Madre Santísima de la Luz:
una iconografía jesuítica prohibida (siglo XVIII).
“Historia, arte y devoción de Nuestra Señora de la Luz en Sevilla y Cádiz
(siglos XVI-XVIII)”, en SÁNCHEZ RAMOS, V. (ed.): Lux Mundi. Dalías (Almería) 20 y 21 de octubre de 2006, Almería 2007, Tomo I, pp. 407-452.
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Entre ellos se van a significar en su defensa Diego de Ribera y José de Tovar Ribera (nota 2) en un sermón del año 1756 la va a calificar de “Sol” que ilumina a los justos, de “Aurora” que alumbra a los penitentes y de “Luna” que da claridad a los pecadores. Recurre al conocido versículo del Apocalipsis: “una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies…” (12, 1).
Los jesuitas van a construir un mensaje identificando a María con la perpetuación de la fe, la luz auténtica, la que disipa las tinieblas de la noche frente a la luz engañosa de la razón ilustrada.
María va a identificarse con la Iglesia perseguida por los agentes del mal, entre ellos la nueva filosofía ilustrada, que a su vez va a ser asemejada con el dragón infernal: “y apareció otra señal en el cielo: un gran Dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos”.
La difusión del nuevo culto va a intentar identificar “luz con inmaculada”. Durante el tiempo de la Anunciación, María estaba llena de gracia, sin pecado. Además para una rápida difusión del culto era necesario dotar a la imagen de la máxima capacidad milagrosa que fuera posible. A ello contribuiría una abundante propaganda impresa, ya fuera mediante estampas, novenarios y opúsculos, sobre los beneficios que se lograban con ella.
La iconografía con la cual se representaba a la Madre Santísima de la Luz se difundió mucho a través de los grabados. María se representaba con una túnica blanca con faja esmaltada en la cintura y manto azul sobre los hombros, ciñendo una corona imperial, sosteniendo al Niño Jesús en su brazo izquierdo. Aparecía sobre un mar de fuego en el cual a veces se representaba a un dragón como símbolo del demonio. La Virgen era representada en ademán de sacar a un alma pecadora del infierno, y de mantenerla sujeta de la mano para que no volviera a caer (nota 3). A su vez un ángel le podía ofrecer un cesto lleno de corazones o almas. Podía estar rodeada de otros elementos como el sol, la luna, las estrellas, los jeroglíficos, etc. Solía estar acompañada de iconografía jesuita, ya fueran las figuras de San Ignacio de Loyola o San Francisco de Borja.
Esta representación circuló mediante grabados por la Sevilla del siglo XVIII, siendo uno de ellos en concreto el que representa a la Madre Santísima de la Luz, del Colegio Imperial de Madrid, de la Compañía de Jesús (nota 4). La fuerte presencia jesuita en la capital hispalense fue clave para tal difusión: Colegio de San Hermenegildo, de la Casa Profesa de la Anunciación, del Noviciado de San Luis de los Franceses, el Colegio de San Patricio o de los Irlandeses, el Colegio de San Gregorio o de los Ingleses, y el Colegio de la Purísima Concepción o de las Becas.
La crítica y la oposición a tal representación projesuítica argumentaba que la Virgen podía ser intercesora pero no otorgar favores, y no podía sacar a un alma del infierno (sólo Dios era fuente de salvación), máxime cuando las penas del infierno eran eternas, y ello podía provocar un relajación de la moral.
Con la expulsión de los jesuitas se produce una persecución del culto a María Santísima de la Luz y llega a ser prohibido en España (nota 5). Así los máximos prelados de las diócesis de Sevilla y Cádiz la prohibirían mediante decreto. A ellos se acogerían los detractores que querían prohibirla en México (Cardenal Lorenzana), según se discutió en el III Concilio Provincial Mexicano (año 1771). A pesar del debate se logró mantener esta invocación. En su defensa se expresaba que la Virgen no sacaba del infierno a un alma condenada, sino que al contrario, lo que impedía era que cayera el alma en las fauces del maligno (dragón).
Notas:
1.- La devoción de María, Madre Santísima de la Luz, Palermo, 1733-1734, 2 tomos. En el mundo hispánico fue publicada por Lucas Rincón en México, 1737, con el título de Antídoto contra todo mal, difundiéndose por el mismo. Recientemente también se ha publicado por el P. Giovanni Lanzafame, La Madre Santísima de la Luz. Una advocación mariana de Sicilia para el mundo, Sevilla 2006.
2.- Diego de Rivera, Sermón de la Madre Santísima de la Luz, que en el día de su colocación en el preciosos altar, y adorno, que le tenía preparado la devoción de sus congregantes en la iglesia del Colegio Imperial de la Compañía de Jesús, predicó el R. P. Dr. Diego de Ribera, Viuda de Manuel Fernández, Madrid 1756. José de Tobar, La invocación de Nuestra Señora con el título de Madre Santísima de la Luz. Propuesta y explicada por D. José de Tobar, Viuda de Miguel Peralte, Madrid 1751.
3.- La Madre Stma. de la Luz jesuítica, era un modelo iconográfico de salvación de almas que en muchas ocasiones sustituyó los corazones por escapularios. Sería una representación semejante a la tradicional de la Virgen del Carmen visitando el purgatorio, para conducir al cielo a las ánimas de sus devotos. M. Trens, Iconografía de la Virgen en el arte español, Madrid, 1947, p. 350. J. Carlos Vizuete Mendoza, “Ilustrados y religiosidad popular: Lorenzana, Arzobispo en México y Toledo”, en J. C. Vizuete Mendoza; Palma Martínez-Burgos García (coords.), Religiosidad Popular y modelos de identidad en España y América, Ediciones de la Universidad de Castilla- La Mancha, Cuenca 2000, págs. 195-197.
4.- J. M. Vázquez Soto, El santoral sevillano en los grabados de estampas, Sevilla, 1984. Lámina 138.
5.- Resolución del Consejo en que se manda observar la prohibición de estampas, devocionarios, novenas, etc., de Nuestra Señora de la Luz: Año 1770, s. l., s. a.
Más bibliografía sobre el tema:
Enrique Giménez López: La devoción a la "Madre Santísima de la Luz": un aspecto de la represión del jesuitismo en la España de Carlos III, en Revista de Historia Moderna: Anales de la Universidad de Alicante, Nº 15, 1996 (Ejemplar dedicado a: Jesuítas en la España del siglo XVIII), págs. 213-232
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=96157
Enrique Giménez López: La devoción a la "Madre Santísima de la Luz": un aspecto de la represión del jesuitismo en la España de Carlos III, en Enrique Giménez López (coord). Expulsión y exilio de los jesuitas españoles, 1997, págs. 213-228
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2050491
José Carlos Vizuete Mendoza: En las fronteras de la ortodoxia. La devoción a la Virgen de la Luz (Madre Santísima de la Luz) en Nueva España en Ricardo Izquierdo Benito, Fernando Martínez Gil (coords): Religión y heterodoxias en el mundo hispánico: siglos XIV-XVIII, 2011, págs. 255-279
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4036540
Rebeca Carretero Calvo: La Madre Santísima de la Luz en Aragón, simbolismo de una iconografía jesuítica prohibida, en Ernesto Carlos Arce Oliva, Alberto Castán Chocarro; Concha Lomba Serrano (dir. congr.), Juan Carlos Lozano López (dir. congr.), El recurso a lo simbólico: reflexiones sobre el gusto II, 2014, págs. 203-212
https://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/34/00/10carretero.pdf
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5379574
Cristina Rato. Discusiones en torno a una imagen misionera. Nuestra Señora de la Luz y el Cuarto Concilio Provincial Mexicano, en H-ART: revista de historia, teoría y crítica de arte - Número 3 (Julio-Diciembre 2018) páginas 25-48.
https://revistas.uniandes.edu.co/doi/pdf/10.25025/hart03.2018.02
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