RESEÑA. Constituciones conciliares y sinodales del Arzobispado de Sevilla.-Tomo I: años 590 al 1604.
J. SÁNCHEZ HERRERO, A. HERRERA GARCÍA, M. A. NÚÑEZ BELTRÁN y R. NÚÑEZ QUINTANA: Constituciones conciliares y sinodales del Arzobispado de Sevilla.-Tomo I: años 590 al 1604. Introducción general y coordinación de JOSÉ SÁNCHEZ HERRERO. Sevilla, 2007. 187 págs. + 1 CD.
Se inicia con este tomo una serie de
publicaciones que proyecta editar las constituciones sinodales de todas las
diócesis andaluzas (“Synodicon Baeticum”),
que dirige el profesor J. Sánchez Herrero. En este tomo se estudian y
trascriben los concilios y sínodos que se celebraron desde la época
hisponovisigoda hasta el siglo XVII, que son los siguientes: los concilios
provinciales presididos por los obispos San Leandro y San Isidoro (años
590-619), el celebrado en 1490 por don Diego Hurtado de Mendoza,
cardenal-arzobispo de Sevilla y, ya en los años del Antiguo Régimen, las
Constituciones sinodales del arzobispo Diego de Deza (1512), las del arzobispo Cristóbal
de Rojas y Sandoval (1572-1573), las del Cardenal Rodrigo de Castro, arzobispo
de Sevilla (1586) y las de Fernando Niño de Guevara, cardenal–arzobispo de
Sevilla (1609), añadiéndose algunos datos y noticias sobre algunos otros
concilios provinciales y sínodos celebrados durante todos estos años de los que
no se conservan sus constituciones o sólo algunos pequeños fragmentos de las
mismas. Los textos íntegros de las citadas Constituciones se hallan en el CD
que acompaña a libro.
En este libro, junto con las
Introducciones, tanto de la colección como del presente toma, se incluye la
trascripción anotada de la Razón sumaria de los Concilios celebrados en la
ciudad de Sevilla, de Cristóbal Báñez de Salcedo, del siglo XVII, cuyo
texto inédito hasta ahora, se lleva por primera vez a la imprenta. Es indudable
la inverosimilitud de la existencia de la mayor parte de los concilios o
sínodos que en esta obra se citan, sacadas muchas de ellas de los “falsos
cronicones”, pero también contiene noticias sobre aquellos que realmente se
celebraron.
Le siguen las respectivas introducciones y estudios de cada uno de
las Constituciones trascritas, en las que se analizan las circunstancias de la
convocatoria, se indican las copias que se conservan de las actas y la que se
utiliza y se expone brevemente su contenido, así como las noticias sobre
aquellos que tales Constituciones se han perdido y, finalmente, una relación de
la bibliografía utilizada y un índice temático, onomástico y toponímico, que
facilitará el estudio del rico contenido de esta colección de cánones de la
iglesia de Sevilla.
A pesar de que los concilios y sínodos estaban
dirigidos a dar respuesta a intereses y problemas de la provincia eclesiástica
o de la diócesis de Sevilla, ya que en general desde antiguo el hecho de
celebrar concilios provinciales y, posteriormente, sínodos respondió al
propósito de aplicar, bien a la provincia eclesiástica bien a la diócesis, la
legislación emitida para toda la
Iglesia , los textos sinodales son por ello al mismo tiempo,
como se podrá ver en cada uno de los que aquí se transcriben, testigos de la
forma de vida de ciertos momentos históricos y trasmisores de su cultura. En la Península Ibérica
tuvieron más importancia los sínodos que los concilios provinciales, sobre todo a partir del Concilio de Trento,
tras el que claramente aumenta el número de sus celebraciones. El siguiente
tomo de esta obra comprenderá, tras un salto de más de dos siglos, los
concilios celebrados desde final del siglo XIX hasta la actualidad.
Salvador HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, 1.X.2008
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