Secuencian el ADN de la infección más letal
La llamada «peste negra» mató a casi la mitad
de la población europea del siglo XIV
13 de octubre de 2011
Un
grupo de científicos alemanes, canadienses y estadounidenses ha
secuenciado por primera vez el ADN de una plaga medieval tras aplicar
nuevas técnicas de recuperación genética en huesos de cuatro cadáveres
de la «peste bubónica», que reposaban en un cementerio de Londres.
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La llamada «peste negra» fue una pandemia devastadora que se desató hacia 1348, y que en cinco años terminó con entre un tercio y la mitad de la población europea de la época. El brote fue provocado por una variante de la bacteria Yersinia pestis, y el grupo de investigadores decidió lanzarse a la caza de su secuencia genética.
La llamada «peste negra» fue una pandemia devastadora que se desató hacia 1348, y que en cinco años terminó con entre un tercio y la mitad de la población europea de la época. El brote fue provocado por una variante de la bacteria Yersinia pestis, y el grupo de investigadores decidió lanzarse a la caza de su secuencia genética.
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Los expertos consideran que descendientes directos de aquella plaga bubónica matan todavía a 2.000 personas cada año. Y casi todas las epidemias violentas en la actualidad, como el brote mortal de E.coli este año en Francia y Alemania, contienen restos del ADN de la bacteria responsable de la terrible plaga de hace más de 600 años.
Los expertos consideran que descendientes directos de aquella plaga bubónica matan todavía a 2.000 personas cada año. Y casi todas las epidemias violentas en la actualidad, como el brote mortal de E.coli este año en Francia y Alemania, contienen restos del ADN de la bacteria responsable de la terrible plaga de hace más de 600 años.
«Los
datos genéticos indican que esta variante bacteriológica es el ancestro
de todas las plagas modernas que tenemos en el mundo. Todos los brotes
de hoy día provienen de un descendiente de aquella plaga medieval»,
explica Hendrik Poinar, uno de los científicos responsables del
proyecto, publicado ayer por la revista científica «Nature».
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