El Tesoro del Carambolo se expondrá en un museo tras 54 años de encierro
Las 21 piezas de oro de 24 quilates fueron expuestas por última vez para conmemorar el cincuenta aniversario de su hallazgo
El
Tesoro del Carambolo, un conjunto de piezas de orfebrería de la época
tartésica y hallado de forma casual hace 54 años, se expone desde hoy en
una sala permanente del Museo Arqueológico de Sevilla, tras permanecer guardado en la caja fuerte de una entidad bancaria de la que solo ha salido en cinco ocasiones.
Las
21 piezas de oro de 24 quilates se componen de dos brazaletes, un
collar, dieciséis placas y dos pectorales con forma de piel de toro, fue
expuesto por última vez para conmemorar el cincuenta aniversario de su
hallazgo, que tuvo lugar en 1958 en el cerro del Carambolo del municipio
de Camas, en las inmediaciones de Sevilla, cuando unos albañiles lo
encontraron de causalidad mientras hacían unas obras de mantenimiento.
Los restos arqueológicos constituyeron la prueba "material" de que la cultura de los Tartessos,
de la que "se conocía por la tradición oral griega", se había asentado
en el estuario del río Guadalquivir, según ha subrayado el consejero de
Cultura, Paulino Plata, en la inauguración de la sala hoy en Sevilla.
Plata ha indicado que el interés que "despertó" la última exposición al público, que se realizó a finales del 2009 con
motivo de los cincuenta años de su descubrimiento, animó a crear una
sala específica en el Museo Arqueológico de Sevilla para mostrarlo de
forma permanente.
El
hallazgo del Carambolo ayudó a investigar la Protohistoria de la
Península Ibérica y se expone conjuntamente con los tesoros de Ébora
(Cádiz) y de Mairena del Alcor (Sevilla) que sirven para contextualizar
la civilización tartésica.
Las
investigaciones desarrolladas entre el 2002 y el 2005 en el cerro de
Camas permitieron conocer la existencia de un santuario fenicio, en el
que se veneraba a la diosa Astarté, y que está relacionado con los
localizados en los municipios sevillanos de Coria del Río y Lebrija, cuyas reproducciones de sus vestigios más emblemáticas, como el Altar fenicio, también se exhiben en la sala.
La
directora del museo, Concha San Martín, ha especificado que estas
últimas indagaciones aportaron nuevas interpretaciones sobre las piezas
del Tesoro del Carambolo que fueron talladas por dos orfebres, uno tartésico y otro fenicio, y ha señalado que las joyas pudieron pertenecer a un sacerdote o bien para adornar animales.
Tras
permanecer oculto unos 2.700 años, fue guardado en la caja fuerte de un
banco de Sevilla y solo ha "visto la luz" en cinco ocasiones: cuatro de
ellas en la capital hispalense, dos con motivo de la Expo'92,
la celebración de su cincuenta aniversario y en una exposición de la
caja de ahorros El Monte, más las dos semanas que se trasladó en 1963 al
Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
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