JFK recupera la voz
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El fallecido presidente ‘vuelve a hablar’ en unas cintas grabadas tres días antes de su muerte por la Casa Blanca
"¿El
lunes? Esa será una dura jornada". Cuando pronunció estas palabras John
Fitzgerald Kennedy no podía imaginar que ese día sería el de su
funeral. El 20 de noviembre de 1963, en una conversación con miembros de
su personal, el entonces presidente de los Estados Unidos de América
intentaba organizar un encuentro con un dignatario indonesio el mismo
día de su viaje a Dallas. "Es un día infernal, señor presidente", le
replica un asistente. Dos días después Kennedy moría de un disparo
durante su visita a la localidad tejana mientras saludaba al público
desde el asiento trasero de su vehículo oficial ante los ojos de su
esposa Jackie.
Las
palabras del mandatario se encuentran recogidas en las últimas 45 horas
de grabaciones que la Casa Blanca llevó a cabo durante los últimos tres
meses de la Administración Kennedy y que la Biblioteca creada en su
nombre, con sede en Boston, ha desclasificado y puesto a disposición del
público esta semana. Más de 248 horas de conversaciones y reuniones del
presidente y 12 horas de conversaciones telefónicas en las que se trató
todo tipo de temas, desde las relaciones entre la Unión Soviética y
Estados Unidos y sus planes de reelección.
Durante
una reunión el 10 de septiembre de 1963 relativa a la guerra en
Vietnam, el presidente Kennedy expresó su frustración con los informes
contradictorios que le proporcionaron sus asesores militares y
diplomáticos y les pidió que le explicaran por qué sus testimonios
contrastaban tanto:"¿Fueron los dos al mismo país?", les preguntó. En
otra, siete días después, Kennedy le dijo a su embajador en Moscú, Foy
Kohler, que quería contener la carrera espacial entre ambos países: "Me
gustaría llegar a un acuerdo sobre cuándo debemos intentar, ambos,
llegar a la Luna. Entonces no habría esta intensa carrera", sostuvo.
Otro
registro muestra a Kennedy preocupado por su imagen entre los
demócratas y sus efectos electorales. "¿Qué es lo que podemos hacer para
que ellos decidan que quieren votar por nosotros? ¿Qué es lo que
tenemos que vender?", se preguntaba el mandatario mientras preparaba su
campaña presidencial de 1964. Para optimizar su presencia en la
convención demócrata programada para entonces, Kennedy plantea
retransmitirla en color. “Quizá tengan televisión en blanco y negro, no
sé si tal vez habrá llegado la NBC en color. Es probable que un millón
lo vea en color y tendría un efecto. (…) El color es tan condenadamente
bueno si lo haces bien", debatía con sus asesores.
Otra
de las cintas recoge una discusión con el ministro soviético de
Exteriores, Andrei Gromyko, figura clave de la Guerra Fría. En ella se
escuchan de fondo las voces de los dos hijos de Kennedy. Mientras los
mayores hablan de temas importantes, Caroline y John-John hacen del
despacho Oval su terreno de juegos. “Hola, hola… Sois muy populares en
nuestro país”, les dice Gromyko. “Su jefe es el que os envió a Pushinka,
el cachorro”, les dice su padre.
Las
grabaciones, a las que ya se hizo referencia durante el escándalo
Watergate, se analizaron entre 1983 y 1993. De todo el material, se
excluyeron unos diez minutos de discusiones familiares y otros treinta
con datos de seguridad nacional. Todo un tesoro histórico ya que no hay
otro camino mejor para presentar los hechos que escucharlo de boca de
sus propios jugadores.
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