El otro conde duque (AH 36)
Núm. 36. Abril 2012
El número 36 de la publicación, que saldrá a la venta la próxima semana, regala a sus lectores el dvd de la película ‘Tierra de rastrojos’ (1979), en una edición íntegramente restaurada.
Hace
ahora 425 años, nacía en Roma don Gaspar de Guzmán y Pimentel, conde-duque de
Olivares, uno de los personajes más importantes de la historia de España. Pese
a haber nacido en Italia, donde su padre ejercía de embajador de Felipe II ante
el Papa, Olivares siempre se consideró “hijo de Sevilla”, ya que en Andalucía
se asentaban sus orígenes, linajes y señoríos. Gran valido de Felipe IV,
Olivares jugó un papel fundamental en la Europa de la primera mitad del siglo
XVII, un tiempo complejo y de gran conflictividad internacional que se saldó
con la pérdida de la hegemonía hispánica. Querido y odiado a partes iguales,
tanto por sus contemporáneos como por quienes vivieron en las centurias
posteriores a su muerte, nadie duda, sin embargo, de su talla como estadista.
Menos
conocida es, no obstante, su labor cultural. Aficionado a los libros, la poesía
y la pintura, gran mecenas de las artes y las letras, Olivares reunió una
magnífica biblioteca, promocionó a Velázquez en la corte, se rodeó de un buen
número de literatos e intelectuales, apoyó a la universidad y creó el teatro de
comedias más afamado del Siglo de Oro. El último número de la revista
‘Andalucía en la Historia’ incide precisamente en esta otra faceta oculta del
conde-duque. Coordinado por el catedrático de Historia Moderna de la
Universidad de Sevilla, Carlos Alberto González Sánchez, el dosier de la
revista, que lleva por título ‘El otro conde-duque, el mecenazgo cultural de
Olivares’, ahonda en los avatares intelectuales y culturales del valido, contribuyendo
a forjar una imagen diferente de un personaje que, a menudo, ha sido sesgada
por los tópicos.
El
dosier cuenta con las firmas de otros cuatro expertos en la materia. El primero
de ellos es el profesor Antonio Feros, de la Universidad de Pensilvania, autor
en las páginas de la revista de una breve biografía política y humana del
estadista. En segundo lugar, Juan Montero Delgado, profesor de Literatura de la
Universidad de Sevilla, ofrece un breve recorrido por los escritores que, como
Francisco de Rioja, Juan de Fonseca y Figueroa, Juan de Jáuregui, Juan Antonio
de Vera y Góngora, buscaron el mecenazgo de Olivares, primero durante su
estancia en Sevilla (1607-1615) y, más tarde, acompañándolo en su labor en la
corte madrileña.
El
investigador José Antonio Ollero Pina, de la Universidad Hispalense, escribe
acerca de la privilegiada relación que Olivares mantuvo con el Colegio Santa
María de Jesús, centro matriz de la Universidad de Sevilla. Por su parte,
Jeremy Roe, de la Universidad de Nottingham, recorre todos los magníficos
retratos que Velázquez, a la sazón pintor real, realizó de Olivares, recordando
que de hecho, el autor de ‘Las meninas’ fue el único pintor español que tuvo
privilegios para retratar al valido.
Por
último, el coordinador del dosier, Carlos Alberto González Sánchez, se adentra
en la magnífica biblioteca de Olivares, que llegó a sumar 2.700 libros impresos
y 1.400 manuscritos, colección que según la voluntad del conde-duque debió
reposar en el Alcázar de Sevilla pero que, por diversos avatares, terminó
dispersa en colecciones de todo el mundo. Afortunadamente, el Fondo Antiguo de
la Biblioteca de la Universidad de Sevilla atesora una buena muestra de esta
biblioteca, compuesta por 86 impresos (algunos de ellos incunables) y un curioso
manuscrito en griego de Demóstenes. El análisis de esta colección, que llegó a
la Universidad Hispalense a consecuencia del proceso desamortizador, permite
hacer una buena radiografía de lo que fueron los gustos de don Gaspar: libros
científico-técnicos, obras de historia, clásicos, tratados jurídicos, libros de
viaje e incluso obras prohibidas (ya que tenía licencia especial de la
Inquisición para leerlas) pero, paradójicamente, escasa presencia de libros
religiosos.
Para
cerrar el apartado dedicado al conde-duque ‘Andalucía en la Historia’ publica
un artículo del director del Archivo General de Andalucía, Joaquín Rodríguez
Mateos, quien, merced a un documento recientemente adquirido, ofrece nuevas
claves sobre la fallida trama de 1641 que buscó sublevar Andalucía contra
Felipe IV y su valido, el conde-duque de Olivares, trama conocida como la
conjura del duque de Medina Sidonia.
En sus
apartados de artículos y secciones fijas ‘Andalucía en la Historia’ ofrece una
lectura sobre la divinización de los gobernantes romanos de la Bética (por José
Antonio Garriguet); las Hazas de Suerte de Vejer y Barbate (Alberto Bernabé
Salgueiro); la batalla de Castillejos contra las tropas napoleónicas (Antonio
Mira, Juan Villegas y Antonio Suardíaz); el primer museo de la Inquisición de
Sevilla (Doris Moreno Martínez); la estancia baezana de Antonio Machado (Marina
Alfonso Mola); el cultivo del arroz en las marismas del Guadalquivir (Jorge
Molina); el periodista José Nakens (Ana Muiña); una entrevista con la historiadora
Enriqueta Vila Vilar; una visión actualizada del grupo de música Triana (José
Mendoza Ponce) y un recorrido por Andalucía en la crisis del 98 (Valeriano
Sánchez Ramos), así como sus habituales secciones de agenda y critica de libros.
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