Hallada una nueva torre almohade en la Casa de la Moneda
Después de que Patrimonio parara las obras, un empresario privado logró reanudarlas y el arqueólogo Gregorio Mora dio con los restos de la que ya se conoce como «Torre del Bronce»
La torre está partida por la mitad, pero se ha podido restaurar su esqueleto de tapial
Alberto García Reyes / Sevilla, 29 de junio de 2012
Tras las paredes enfoscadas del bodegón que se ubicaba en el número 1 de la calle Santander, en la Casa de la Moneda, se ocultaba una torre almohade, la tercera en línea recta desde el río en dirección a la Giralda. El hallazgo ya ha sido incluido ya oficialmente en el inventario de la Consejería de Cultura y se ha producido gracias al empeño de un empresario sevillano afincado en Lérida, propietario del grupo Piamontesa, por rescatar los restos del inmueble durante las obras para montar un restaurante.
Tras
la Torre del Oro y la de la Plata,
ha aparecido otra de planta
cuadrada con la típica construcción de tapial almohade justo
a la altura de lo que en el Renacimiento fue la Casa del Tesorero, lugar en el
que este funcionario real hacía el recuento de riquezas de la Casa de la
Moneda.
El
arquéologo responsable se llama Gregorio Mora y no daba crédito cuando, al picar, descubrió unos ladrillos
finos que no tenían nada que ver con los del siglo XVI. «Los resultados han
sido muy buenos aunque ya sabíamos que en ese sitio había una carga patrimonial
muy importante». No obstante, «la torre está prácticamente partida por la
mitad» y ha sido fechada entre finales del siglo XI y principios del XII, por
lo que es anterior incluso a la Torre del Oro. «Forma parte del recinto
defensivo que fue la Casa de la Moneda con anterioridad a la implantación de la
fábrica tras el descubrimiento de América, estaba insertada en la ampliación de
la muralla del Alcázar para defender el río, donde se hizo una especie de
alcazaba».
Entre
los expertos que han visitado el lugar ya se ha bautizado el hallazgo como
«Torre del Bronce»,
aprovechando su posición en línea con las otras dos y sabiendo que los nombres
de la Torre del Oro y de la Plata también se pusieron siglos después de su
construcción con la llegada de las riquezas americanas. Pero Mora aclara que se
trata de una torre que no estaba documentada y que, «al formar parte del
recinto defensivo, en principio carecería de nombre».
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