miércoles, 14 de noviembre de 2012

Aquí murió Torrijos



Aquí murió Torrijos


El historiador Esteban Alcántara ha localizado el lugar exacto en el que fueron fusilados el general Torrijos y sus hombres, con la información aportada por planos del XIX y numerosos documentos

Alfonso Vázquez, Málaga 9 de diciembre 2007

  Cuesta imaginar que en lo que hoy es un hervidero de excavadoras, a un par de metros de las obras de la Gerencia de Urbanismo, en El Bulto, se produjo el fusilamiento del general Torrijos y sus 48 hombres. El 11 de diciembre de 1831, tras sacar a la cuerda de presos del refectorio del convento del Carmen, en El Perchel, donde pasaron la última noche, un pelotón del Regimiento Provincial de Soria, de guarnición en Málaga, acabó con sus vidas en las playas de San Andrés.

El historiador malagueño Esteban Alcántara acaba de presentar el libro `Réquiem por Torrijos´, editado por el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre, en el que señala el lugar exacto en el que se produjo el fusilamiento.

"La cruz de Torrijos nunca ha estado en el sitio exacto donde lo fusilaron", precisa. El historiador lleva desde 1993 investigando la figura del general que desafió a Fernando VII, y acaba de desentrañar un misterio digno de un libro de aventuras.

Varios han sido los planos de la Málaga del XIX que ha manejado para localizar el sitio. El más importante ha sido el realizado por Rafael Mitjana en 1835, cuatro años después de los fusilamientos, en el que aparece señalado el lugar de la muerte de Torrijos.

Gracias a este plano, Alcántara ha podido realizar otro a escala sobre la situación urbanística del Perchel y El Bulto el día de los fusilamientos.
Estas han sido las claves para localizar el lugar, para ello, el lector se guiará por el plano que tiene arriba, el de Rafael Mitjana de 1835, en el que la zona exacta aparece marcada con una `X´.

El mapa muestra en la parte izquierda el jardín de aclimatación, propiedad del militar y botánico Francisco Javier Abadía (de ahí el barrio actual de `Jardín de la Abadía´), del que posiblemente sea el único superviviente un gigantesco ficus que hoy podemos ver en la Explanada de la Estación.


 
'El fusilamiento de Torrijos. Antonio Gisbert. 1888'
 http://arte.observatorio.info/2007/11/el-fusilamiento-de-torrijos-antonio-gisbert-1888


Debajo del jardín tenemos la ferrería `La Constancia´ de Heredia, inaugurada en 1833, dos años después de morir Torrijos. El industrial aprovechó un camino utilizado por los pescadores en curva, formado por arena endurecida, para que los obreros pudieran llegar a la fábrica.
 

Si vemos de nuevo el plano de Mitjana con la `X´, comprobamos que Torrijos y sus hombres no murieron a la orilla del mar, como los pintó Antonio Gisbert en su famoso cuadro sobre el fusilamiento, sino que lo hicieron cerca de esa curva del camino de la playa, donde desembocaba el arroyo del Cuarto (hoy, ese tramo del arroyo es la calle Jacinto Verdaguer).

Para Esteban Alcántara, es de lógica que murieran cerca del camino de arena dura, "para que los carros de la basura que recogieron los cadáveres pudieran evolucionar".
 
La `X´ del plano de Mitjana se corresponde con el número 2 de la foto aérea de nuestros días. Como es lógico, con el paso de las décadas, los aportes de arena fueron alejando la línea de costa, aunque en El Bulto quedó como recuerdo de esas cercanas olas una calle conocida como Banda del Mar, en la actualidad calle López Pinto.
 
Cuando en 1868, derrocada Isabel II, una comisión de concejales decide erigir una cruz de hierro a Torrijos, visita el lugar, que está muy cambiado. La ferrería de `La Constancia´ tiene ya altos hornos y el camino curvo de la playa se ha corregido y es un camino recto. Además, Heredia está a punto de terminar la primera fase de las casas del Bulto y la línea de playa está más al sur. Por eso, los concejales deciden colocarla, no en el sitio original, sino en un entorno más romántico, al pie de la playa (más al sur).
 
Como la sedimentación siguió haciendo avanzar la playa, entre 1869 y 1891 se levantó una segunda fase de casas de Heredia, con lo que la cruz de hierro quedaría `atrapada´ entre las calles del Bulto.
El sitio exacto en el que murieron Torrijos y sus hombres quedó mucho más atrás, como hemos visto, en un rincón que durante largos años fue un ángulo del patio de la antigua serrería y fundición de hierro `San Ramón´.

A lo largo de décadas, en el lugar exacto de los fusilamientos hubo instalada una cruz de piedra, pero esa ya es otra historia, que el lector podrá seguir en la columna de esta página. El enigma de la muerte de Torrijos y sus 48 compañeros ha sido ya desvelado por este incansable historiador malagueño.

No hay comentarios: