domingo, 11 de noviembre de 2012

"No hay ni un masón entre los arquitectos del gótico"



"No hay ni un masón entre los arquitectos del gótico"


José Luis Corral es catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza, fundador y presidente de la Asociación Aragonesa de Escritores y profesor invitado en universidades españolas e internacionales.

José Joaquín León, 10.11.2012

-¿Por qué se le ocurrió escribir un ensayo sobre las catedrales góticas?  

-Llevaba tiempo procesando datos sobre este asunto. En mi novela El número de Dios, de 2004, ya hacía referencia a la construcción de las catedrales de Burgos y León. Hay muchos trabajos de historia del arte sobre  catedrales, pero no una visión de conjunto, una síntesis.

-¿Cuál es el mayor enigma?

-Lo diría con una pregunta: ¿cómo es posible que en una época oscura, bárbara, aparecieran unos edificios tan luminosos?

-¿Y la respuesta?

-Se resuelve desmontando esa idea sobre la Edad Media. Sobre todo en los siglos XII y XIII surgen nuevas corrientes filosóficas, se recupera la cultura pagana con el neoplatonismo, aparecen nuevas técnicas constructivas, se desarrolla la sociedad, la mujer desempeña un papel parecido al del hombre… Todo eso junto. A su vez, eso origina otros microenigmas.

-¿Cuál es la principal aportación del gótico?

-Es el arte de la luz. El sentido histórico y filosófico de la luz. Surge de la idea de que Dios es luz. Se ve desde el origen en Saint-Denis.

-¿Francia es el principio?

-Sí. Es curioso que el primer arquitecto del gótico es anónimo, no sabemos su nombre. El abad de Saint-Denis le pide que la luz entre dentro. Y hay un arquitecto genial que lo consigue con técnicas adecuadas, para que la luz entre a través de vidrieras, con la bóveda de crucería, el arco ojival, arbotantes y contrafuertes. Así la luz entra a través de los muros.

-¿Por qué surge allí?

-Hay elementos tecnológicos ya en Alemania, pero en Francia se dan tres circunstancias determinantes en torno a la abadía de Saint-Denis. Primero, que surge la idea de la luz. Segundo, que hay tecnología para construirla. Tercero, que disponen de rentas y personal para construir. En los siglos XII y XIII mucha mano de obra del campo se traslada a la ciudad y pueden trabajar en la construcción.
 
-En España entra después.

-Cuando en Francia ya llevan 50 años de gótico, en España aún se construía en románico, como se aprecia en la catedral de Santiago de Compostela. En España entra precisamente a través del camino de Santiago, y por las relaciones familiares entre las cortes francesas y la de Castilla.

-¿Cuáles son las mejores catedrales góticas?

-Si tuviera que elegir una sería la de León, porque me quedé impactado desde que la vi, con sus vidrieras y líneas perfectas. Fuera de España las dos más significativas son francesas: Nuestra Señora de París y Chartres. Esta última mantiene el 80% de sus vidrieras originales del siglo XIII.

-¿Qué le parece la catedral de Sevilla?

-Es la catedral más grande del mundo y el tercer templo de la Cristiandad. A pesar del tamaño, es tardía, y tiene una gran armonía y perfección de líneas. El sentido de la proporción es excelente. Es mucho más grande de lo que parece, es descomunal, y no da sensación de ser gigantesca.

-Decía que la mujer estaba activa en esos tiempos…

-Por desgracia, la imagen de la Edad Media fue deformada por los renacentistas. El papel de la mujer era importantísimo. En libros de cuentas del XIV y el XV se ve que la mujer ocupa un 30-35% de trabajo en la construcción, y no sólo en oficios, también maestros de taller y directores de obras.

-No es una idea extendida.

-En la época más luminosa de la Edad Media hay personajes como Leonor de Aquitania, o la abadesa Hildegarda de Bingen que es autora de uno de los libros más importantes de la teología medieval. También princesas importantes. La literatura machista del XIX orilla ese papel de la mujer.

-¿Los masones influyen en las catedrales? 

-Para nada. La masonería moderna surge en Londres en 1717 por cuestiones políticas. Toman símbolos de los constructores medievales, pero la masonería es fruto del racionalismo del XVIII. Muchos seudohistoriadores la vinculan, pero no se conoce un masón entre los arquitectos del gótico.

-¿Y los templarios?

-Tampoco. Algunos plantean que los templarios enlazan el saber del mundo egipcio antiguo con el gótico. En el mundo egipcio no conocían el arco ojival. Hay mitos egipcios que se incorporan al cristianismo, como el juicio final o el dragón, que aparecen en las catedrales. La arquitectura templaria no tiene nada especial.

-¿Hay un boom de novela histórica en España? 

-Yo comencé en 1996, con El salón dorado. Pero el éxito de la novela histórica arranca de Eslava Galán, cuando gana el Premio Planeta en 1987. En Andalucía hay escritores que están entre los mejores, como el propio Eslava, José Calvo Poyato, Jesús Maeso de la Torre y José Manuel García Marín. Se pueden añadir otros, como Toti Martínez de Lezea o Javier Sierra. Entre los demás, hay muchos arribistas.

-¿Qué le parece el éxito de la reina Isabel en TVE?

-No he visto ni un solo minuto. Me parece que hay una manipulación ideológica para presentarnos a una Isabel perfecta. Hay detrás una defensa nacionalista española a favor de la monarquía, que no es precisamente digna de elogio a lo largo de la historia.

-Hemos tenido de todo… 

-El elenco es terrible. Alguno, como Fernando VII, estaría en el top ten de los diez peores reyes de la humanidad. De lo de ahora, mejor me callo.

-¿Cuál es el mejor entre todos sus libros?
-Este, el último, El enigma de las catedrales. Voy cumpliendo años, pero mi cabeza funciona y estoy más preparado que hace diez años. Es mi obra más completa.

-¿Cómo será su próxima novela histórica? 

-Estoy acabando una novela centrada en ese mundo que se enfrenta al dogma, en el siglo XVI, con las guerras de religión. El dogma siempre genera tensiones. Lutero y Calvino muestran que el dogma se podía romper y sin embargo convirtieron sus nuevas iglesias en dogmáticas.

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