Un museo en la casa de todos
http://www.diariodesevilla.es/article/ocio/1413194/museo/la/casa/todos.html
El Ayuntamiento ofrecerá desde enero visitas
culturales para dar a conocer su colección artística · Un libro del
historiador Luis Méndez, audioguías, cartelas y pantallas interactivas
contextualizan los valiosos fondos.
Charo Ramos / Sevilla, 05.12.2012
La historia del poder y del arte en Sevilla durante más de 400 años está
escrita en los muros, estancias y colecciones pictóricas y mobiliarias
de su Ayuntamiento, uno de los conjuntos más emblemáticos de la ciudad.
Durante siglos, el Consistorio ha reunido una importante colección
artística que ahora ha sido ordenada, investigada y retratada en un
libro del profesor Luis Méndez Rodríguez, doctor en Historia del Arte por la
Universidad de Sevilla, que ha servido de base para diseñar un programa
pionero de visitas estables que arrancará el próximo mes de enero. En
este ambicioso estudio, titulado El Ayuntamiento de Sevilla y
editado por la delegación municipal de Cultura dentro de su colección
Patrimonium Hispalense, Luis Méndez ofrece al visitante, de modo ameno y
didáctico, las claves para conocer las Casas Consistoriales, en un
viaje en el tiempo que se remonta a 1248, cuando Fernando III instaló el
primer Concejo hispalense en el desaparecido Corral de los Olmos (un
edificio mudéjar a espaldas de la Catedral) y, sobre todo, a comienzos
del siglo XVI, cuando el emperador Carlos V autorizó la construcción de
un edificio renacentista que sirviera para reflejar la nueva posición
que la ciudad había adquirido gracias al comercio con las Indias y se
encargó al arquitecto Diego de Riaño la dirección de esas obras.
El volumen, presentado ayer por el propio alcalde, Juan Ignacio Zoido, podrá adquirirse por 14 euros en librerías y en un puesto de venta que se habilitará en el Consistorio. A partir de dicho texto se ha dotado de contenido a un sistema de cartelas bilingües para explicar los principales lienzos de las distintas estancias, de audioguías y pantallas táctiles e interactivas que dotan al Ayuntamiento de uno de los discursos museológicos y museográficos más importantes de la capital andaluza. El objetivo: conocer para proteger, conservar y hacer más accesible este patrimonio, según Zoido.
En enero, cuando está previsto que las visitas arranquen -principalmente en horario de tarde, para no colisionar con la política municipal-, con entradas gratuitas para los sevillanos y de 4 euros para los no residentes, el público podrá introducirse en un conjunto de extraordinaria calidad artística, en la sede de hechos de trascendencia internacional y conocer, de paso, las ideas que los alumbraron. Por ejemplo, podrá recrearse en cómo en la Sala Capitular baja se rememora la antigua Híspalis, vinculada a un héroe mitológico como Hércules y un emperador como Julio César, "para dar la idea de un próspero futuro en una ciudad convertida en capital comercial del país a partir del establecimiento de la Casa de la Contratación en 1504", según Méndez.
A través de 200 páginas con ilustraciones y fotografías históricas y actuales, este nuevo libro refleja que "la historia de Sevilla está contenida en el patrimonio del Ayuntamiento, que ha sido durante más de cuatro siglos mecenas de las artes", explicaba ayer el profesor Benito Navarrete, director municipal de Infraestructuras Culturales y Patrimonio.
El alcalde, durante la presentación de este programa, señaló que el trabajo de Luis Méndez, investigador galardonado ya con los premios Focus y Ateneo de Historia, "reordena el discurso histórico del edificio y permite idear y guiar el circuito de visitas" mediante "una interpretación didáctica" de los fondos de los que goza el Ayuntamiento. Zoido encuadró esta publicación "dentro del compromiso que, como Corporación, nos hemos marcado para incentivar los edificios y bienes muebles hispalenses, apostando por la restauración y conservación del legado histórico municipal", un esfuerzo del que forman parte el centro de interpretación del arte mudéjar en el palacio de los marqueses de La Algaba o la declaración de los fondos arqueológicos del Ayuntamiento como colección museográfica de Andalucía.
tesoros pictóricos
Las cartelas bilingües que ayer se presentaron destacan algunas de las piezas más importantes de la colección. Para Luis Méndez, es imprescindible detener la atención en el Tríptico del Maestro de la Mendicidad, "una de las primeras obras que se van a restaurar". Pintado hacia 1525, este óleo sobre tabla ocupa un lugar destacado en la Sala Capitular alta. "Es una obra maestra del primer Renacimiento y pieza emblemática de la colección municipal. En la tabla central aparece la Virgen sosteniendo al Niño con un paño blanco que alude al sudario que amortajó a Cristo. La tabla de la derecha representa a San Bartolomé y la de la izquierda, al arcángel San Miguel con el demonio", continúa.
En esta misma estancia, que hoy se utiliza como Sala de Gobierno, sobresalen también dos pinturas de Juan de Valdés Leal procedentes del convento de Santa Clara de Carmona, que fueron compradas por Jorge Bonsor en 1910. Presentan a Santa Clara portando la custodia durante el asedio de Asís y la posterior derrota de los sitiadores sarracenos. Formaban parte de una obra única que Bonsor, debido a su mal estado, cortó en dos partes y colgó en su residencia de Mairena del Alcor. Archer Huntington los compró durante la Exposición Iberoamericana de 1929 y los donó luego a la ciudad de Sevilla.
Excelente es también el retrato de las santas Justa y Rufina ejecutado por Juan de Espinal en 1760 para conmemorar que las patronas salvaran milagrosamente a la ciudad durante el terremoto de 1755. "Es uno de los mejores exponentes de la pintura sevillana del siglo XVIII y la única obra que permanece en la Sala Capitular baja para la que se pintó", dice Méndez, que destaca cómo el cuadro sirve también "de ventana abierta a la ciudad", que aparece al fondo.
En el salón san Fernando es obligado reparar en el majestuoso retrato de Carlos II pintado por Juan Carreño de Miranda entre 1680 y 1685. El madrileño refleja aquí al último rey de la dinastía de los Austrias, que murió sin descendencia provocando la Guerra de Sucesión y la llegada a España de los Borbones. "Fue donado por los herederos de los duques de Montpensier a la ciudad y procedía del Colegio Seminario de San Telmo, pues Carlos II fue el que autorizó su fundación en 1681", explica el autor de El Ayuntamiento de Sevilla.
En el Salón Borbones, más conocido como Salón Colón, el más fastuoso de los espacios levantados durante la obra del siglo XIX, están representados todos los reyes de esa dinastía, desde Felipe V hasta Juan Carlos I. Despierta la simpatía del público el primer retrato que el Ayuntamiento encargó de Alfonso XIII. Gonzalo Bilbao lo pinta con cuatro años con mucha gravedad ante su madre regente, una enlutada María Cristina. Su retrato ecuestre pintado en 1925 por George Scott es un depósito de Patrimonio Nacional y lo muestra en uniforme de húsar.
Dos vistas de Sevilla despiden al visitante desde el primer tramo de la escalera imperial. Una, muy melancólica, fechada en 1726, es un lienzo anónimo que muestra, desde la orilla de Triana, un puerto al que ya no arriban las naves cargadas de productos americanos por el traslado a Cádiz, en 1717, de la Casa de la Contratación. Como prueba del interés y valor de estos fondos, el Museo Civico Correr de Venecia ha pedido en préstamo esta Vista de Sevilla para su exhibición en una importante muestra que inaugura a finales de 2013.
nuevas atribuciones
Los trabajos de puesta al día del patrimonio municipal han servido también para documentar varios lienzos del programa iconográfico, como ocurre con el San Miguel que puede verse en el corredor de la prensa de la galería alta y que ha resultado ser obra de Ignacio de Ries. Este artista, que fue discípulo de Zurbarán, pintó igualmente el San Fernando que preside el salón homónimo. "Es obra fechada hacia 1640, que Benito Navarrete atribuye a Ignacio de Ries, siguiendo el grabado de Claude Audran", documenta Luis Méndez en su libro. Las pesquisas de Navarrete también han demostrado, según se lee en esta monografía, que fue Domingo Martínez, "uno de los mejores artistas del siglo XVIII", el autor del retrato del gran bibliófilo sevillano Nicolás Antonio que cuelga del vestíbulo superior y se creía hasta hace poco obra anónima.
El volumen, presentado ayer por el propio alcalde, Juan Ignacio Zoido, podrá adquirirse por 14 euros en librerías y en un puesto de venta que se habilitará en el Consistorio. A partir de dicho texto se ha dotado de contenido a un sistema de cartelas bilingües para explicar los principales lienzos de las distintas estancias, de audioguías y pantallas táctiles e interactivas que dotan al Ayuntamiento de uno de los discursos museológicos y museográficos más importantes de la capital andaluza. El objetivo: conocer para proteger, conservar y hacer más accesible este patrimonio, según Zoido.
En enero, cuando está previsto que las visitas arranquen -principalmente en horario de tarde, para no colisionar con la política municipal-, con entradas gratuitas para los sevillanos y de 4 euros para los no residentes, el público podrá introducirse en un conjunto de extraordinaria calidad artística, en la sede de hechos de trascendencia internacional y conocer, de paso, las ideas que los alumbraron. Por ejemplo, podrá recrearse en cómo en la Sala Capitular baja se rememora la antigua Híspalis, vinculada a un héroe mitológico como Hércules y un emperador como Julio César, "para dar la idea de un próspero futuro en una ciudad convertida en capital comercial del país a partir del establecimiento de la Casa de la Contratación en 1504", según Méndez.
A través de 200 páginas con ilustraciones y fotografías históricas y actuales, este nuevo libro refleja que "la historia de Sevilla está contenida en el patrimonio del Ayuntamiento, que ha sido durante más de cuatro siglos mecenas de las artes", explicaba ayer el profesor Benito Navarrete, director municipal de Infraestructuras Culturales y Patrimonio.
El alcalde, durante la presentación de este programa, señaló que el trabajo de Luis Méndez, investigador galardonado ya con los premios Focus y Ateneo de Historia, "reordena el discurso histórico del edificio y permite idear y guiar el circuito de visitas" mediante "una interpretación didáctica" de los fondos de los que goza el Ayuntamiento. Zoido encuadró esta publicación "dentro del compromiso que, como Corporación, nos hemos marcado para incentivar los edificios y bienes muebles hispalenses, apostando por la restauración y conservación del legado histórico municipal", un esfuerzo del que forman parte el centro de interpretación del arte mudéjar en el palacio de los marqueses de La Algaba o la declaración de los fondos arqueológicos del Ayuntamiento como colección museográfica de Andalucía.
tesoros pictóricos
Las cartelas bilingües que ayer se presentaron destacan algunas de las piezas más importantes de la colección. Para Luis Méndez, es imprescindible detener la atención en el Tríptico del Maestro de la Mendicidad, "una de las primeras obras que se van a restaurar". Pintado hacia 1525, este óleo sobre tabla ocupa un lugar destacado en la Sala Capitular alta. "Es una obra maestra del primer Renacimiento y pieza emblemática de la colección municipal. En la tabla central aparece la Virgen sosteniendo al Niño con un paño blanco que alude al sudario que amortajó a Cristo. La tabla de la derecha representa a San Bartolomé y la de la izquierda, al arcángel San Miguel con el demonio", continúa.
En esta misma estancia, que hoy se utiliza como Sala de Gobierno, sobresalen también dos pinturas de Juan de Valdés Leal procedentes del convento de Santa Clara de Carmona, que fueron compradas por Jorge Bonsor en 1910. Presentan a Santa Clara portando la custodia durante el asedio de Asís y la posterior derrota de los sitiadores sarracenos. Formaban parte de una obra única que Bonsor, debido a su mal estado, cortó en dos partes y colgó en su residencia de Mairena del Alcor. Archer Huntington los compró durante la Exposición Iberoamericana de 1929 y los donó luego a la ciudad de Sevilla.
Excelente es también el retrato de las santas Justa y Rufina ejecutado por Juan de Espinal en 1760 para conmemorar que las patronas salvaran milagrosamente a la ciudad durante el terremoto de 1755. "Es uno de los mejores exponentes de la pintura sevillana del siglo XVIII y la única obra que permanece en la Sala Capitular baja para la que se pintó", dice Méndez, que destaca cómo el cuadro sirve también "de ventana abierta a la ciudad", que aparece al fondo.
En el salón san Fernando es obligado reparar en el majestuoso retrato de Carlos II pintado por Juan Carreño de Miranda entre 1680 y 1685. El madrileño refleja aquí al último rey de la dinastía de los Austrias, que murió sin descendencia provocando la Guerra de Sucesión y la llegada a España de los Borbones. "Fue donado por los herederos de los duques de Montpensier a la ciudad y procedía del Colegio Seminario de San Telmo, pues Carlos II fue el que autorizó su fundación en 1681", explica el autor de El Ayuntamiento de Sevilla.
En el Salón Borbones, más conocido como Salón Colón, el más fastuoso de los espacios levantados durante la obra del siglo XIX, están representados todos los reyes de esa dinastía, desde Felipe V hasta Juan Carlos I. Despierta la simpatía del público el primer retrato que el Ayuntamiento encargó de Alfonso XIII. Gonzalo Bilbao lo pinta con cuatro años con mucha gravedad ante su madre regente, una enlutada María Cristina. Su retrato ecuestre pintado en 1925 por George Scott es un depósito de Patrimonio Nacional y lo muestra en uniforme de húsar.
Dos vistas de Sevilla despiden al visitante desde el primer tramo de la escalera imperial. Una, muy melancólica, fechada en 1726, es un lienzo anónimo que muestra, desde la orilla de Triana, un puerto al que ya no arriban las naves cargadas de productos americanos por el traslado a Cádiz, en 1717, de la Casa de la Contratación. Como prueba del interés y valor de estos fondos, el Museo Civico Correr de Venecia ha pedido en préstamo esta Vista de Sevilla para su exhibición en una importante muestra que inaugura a finales de 2013.
nuevas atribuciones
Los trabajos de puesta al día del patrimonio municipal han servido también para documentar varios lienzos del programa iconográfico, como ocurre con el San Miguel que puede verse en el corredor de la prensa de la galería alta y que ha resultado ser obra de Ignacio de Ries. Este artista, que fue discípulo de Zurbarán, pintó igualmente el San Fernando que preside el salón homónimo. "Es obra fechada hacia 1640, que Benito Navarrete atribuye a Ignacio de Ries, siguiendo el grabado de Claude Audran", documenta Luis Méndez en su libro. Las pesquisas de Navarrete también han demostrado, según se lee en esta monografía, que fue Domingo Martínez, "uno de los mejores artistas del siglo XVIII", el autor del retrato del gran bibliófilo sevillano Nicolás Antonio que cuelga del vestíbulo superior y se creía hasta hace poco obra anónima.
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