Las dolorosas más antiguas de la Semana Santa de Sevilla
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Esteban Romera
Miércoles 27 de Febrero de 2013
En
la tierra de María Santísima y con el título de Mariana en el escudo de
la ciudad, las dolorosas de las cofradías sevillanas están no sólo en
los templos para rendirles culto, sino que me atrevería a decir que se
encuentran en el corazón y el alma del pueblo. No se vive en ningún
sitio el amor a la Madre de Dios como en la ciudad que custodia la
Giralda.
Cuando realizan sus salidas
procesionales en sus pasos de palio, las miradas y los rezos del público
se entremezclan con el olor a incienso, azahar y a cera prendida. Es
toda una delicia de los sentidos contemplar a una Virgen, bajo palio y
en Sevilla. Es la perfección con letras de oro, según la Jerusalén de
Occidente.
De todas las dolorosas que realizan su
salida procesional por las calles de Sevilla en Semana Santa ¿Cuáles son
las más antiguas? La respuesta es complicada en algunos casos porque
existen pocas autoría documentadas en los siglo XVI y XVII, aunque
podría ser la siguiente:
María
Santísima en su Soledad es una imagen que es venerada en su capilla de
la Parroquia de San Lorenzo, desde donde realiza su salida procesional
en la jornada del Sábado Santo. No se conoce la autoría de esta
dolorosa, que es datada por los expertos en el siglo XVI. Su paso, no es
de palio, aunque sí lleva candelería y candelabros de guardabrisas, fue
realizado por Rivette y Francisco Carrero en el año 1951, bajo diseño
de Santiago Martínez. Como curiosidad, la Virgen de la Soledad, siendo
la más antigua de la Semana Santa de Sevilla, y que no lleva palio, pudo
ser la primera en salir bajo unas bambalinas en procesión, según
algunos historiadores.
Esta
dolorosa pertenece a la Hermandad de Montesión. No se conoce la autoría
de esta imagen, aunque los cronistas la sitúan entre finales del siglo
XVI y principios del XVII. Realiza su salida procesional, bajo palio, en
la jornada del Jueves Santo. Su coronación canónica tuvo lugar en el
año 2004. Son muy singulares los doce rosarios que cuelgan de sus
respectivos varales. Cualquier sevillano podrá deleitarse al paso de
esta cofradía cuando discurre por Santa Ángela o al presentarse en San
Juan de la Palma.
Nuestra Madre y Señora de Montserrat
La
Virgen de Montserrar es una talla de la que no se conoce su autoría,
pero que es atribuida a Gaspar de la Cueva hacia 1615. Realiza su salida
procesional, bajo palio, en la jornada del Viernes Santo en el segundo
de los paso de su cofradía. De su singular paso de palio destacan sus
bordados de castillos y leones. Su manto, decorado con los mismos
motivos ornamentales que en el palio, fue realizado en el año 1865 por
Patrocinio López. La Hermandad de Montserrat tiene pocos nazarenos, unos
600, por lo que es un deleite ver a los dos pasos, el crucificado y la
dolorosa, casi de un vistazo, por ejemplo, en la calle San Pablo después
de salir de su capilla.
María Santísima de la Victoria
Esta
dolorosa pertenece a la Hermandad de Las Cigarreras. La Virgen de la
Victoria es atribuida su autoría al insigne imaginero Juan de Mesa y
Velasco (1611-1628). Realiza su salida procesional, bajo palio, desde su
capilla en el barrio de Los Remedios en la jornada del Jueves Santo. Su
paso de palio es una auténtica joya con bordados basados en la fachada
del Ayuntamiento de Sevilla y de la Sacristía Mayor de la Catedral.
Además, en la delantera del palio figura una imagen de la Inmaculada
Concepción, patrona de las Reales Fábricas de Tabacos.
Nuestra Señora del Socorro
La
Virgen del Socorro pertenece a la Archicofradía del Amor. Esta dolorosa
realiza su estación de penitencia, bajo palio, el Domingo de Ramos
desde la Iglesia Colegial del Divino Salvador. Es una imagen atribuida a
Juan de Mesa, sobre 1620. Su palio es de malla y manto rojo bordado en
oro, obras de Concepción Fernández. Como recomendación, la confluencia
de las calles Orfila y Javier Lasso de la Vega es uno de los puntos
claves para ver a esta cofradía en todo su esplendor. También en el
Salvador, de vuelta.
Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad
La
Virgen de la Encarnación pertenece a la Hermandad de Carretería.
Álvarez de Albarrán, conocido como «el Mozo», fue el imaginero que la
ejecutó en el año 1629. Realiza su salida procesional bajo palio en la
jornada del Viernes Santo. Su paso, de estilo romántico, tiene sus
bordados realizados sobre terciopelo azul marino. La talla luce una
corona de plata sobredorada, con imperiales, obra anónima, muy antigua
(del siglo XVIII). Sitios como las calles Gamazo o Barcelona, son
enclaves únicos para ver el paso de la Carretería.
Nuestra Señora de la Encarnación
La
Virgen de la Encarnación pertenece a la Hermandad de San Benito,
presidiendo, bajo palio, el tercero de sus pasos en la jornada del
Martes Santo. No se conoce la autoría de esta imagen que fue datada en
el primer tercio del siglo XVII. Su coronación canónica tuvo lugar en el
año 1994. Su palio fue la última obra realizada por el insigne bordador
Juan Manuel Rodríguez Ojeda. El paso de la Encarnación por la Alfafa
es, sin duda alguna, uno de los mejores sitios para contemplar este
palio de estilo barroco.
Nuestra Señora del Valle
A
la Virgen del Valle se le rinde culto en la iglesia de la Anunciación
desde donde hace su salida procesional el Jueves Santo. Es una dolorosa
anónima, que ha sido datada en el segundo cuarto del siglo XVII. Su paso
de palio es muy singular de los denominados «de cajón». Sus bambalinas,
bordadas en hojilla de plata, pertenecieron a la cofradía de la Antigua
y Siete Dolores. Llama la atención su manto de salida obra de Rodríguez
Ojeda (1920). Su coronación canónica tuvo lugar en el año 2002.
María Santísima de la Esperanza Macarena
Esta
venerada dolorosa pertenece a la Hermandad de la Macarena. Se ha
escrito mucho sobre la autoría de esta imagen de la que no se conoce el
imaginero que la realizó. Está datada en el siglo XVII, siendo una de
las mayores devociones del país. Su paso de palio es toda una joya en su
conjunto, de estilo neobarroco y muy imitado. Su coronación canónica
tuvo lugar en el año 1964. María Santísima de la Esperanza Macarena
recibió en el año 1971 la Medalla de Oro de la ciudad. Dispone de tres
mantos que va alternando en sus salidas: el «camaronero», el de tisú
verde y el manto de la coronación.
María Santísima de la Amargura
No
se conoce la autoría de esta portentosa imagen mariana, que fue
realizada en el siglo XVII. Muchos han atribuido la Virgen de la
Amargura al círculo de Roldán. Realiza su estación de penitencia desde
San Juan de la Palma el Domingo de Ramos. Tiene el privilegio de ser la
primera dolorosa sevillana coronada canónicamente en el año 1954, siendo
Pontífice el Papa Pío XII, donde estrenó corona de oro de Cayetano
González. Su paso de palio es otras de las referencias claras de la
Semana Santa de Sevilla. En 1991, el alcalde de Sevilla, Manuel del
Valle, impuso a esta imagen la Medalla de Oro de la ciudad.
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