El reino de la Sal. 7.000 años de historia de Hallstatt - Cultura de Hallstatt, en los Alpes austríacos
Una
muestra en el MARQ de Alicante, hasta el 7 de enero de 2014, explora la antigua
Cultura de Hallstatt, en los Alpes austríacos, que prosperó gracias a la
producción de sal
http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/historia/actualidad/8450/cuando_sal_vale_mas_que_oro.html
Hallstatt
es una pequeña localidad de ensueño situada a orillas del lago Hallstätter See,
anclada en una de las frondosas y escarpadas vertientes del Salzkammergut, en
el corazón de los Alpes austríacos. Este lugar tan remoto e inaccesible se
convirtió en un emporio gracias a sus montañas, aunque resulte paradójico.
A
finales de la Edad del Bronce y comienzos de la Edad del Hierro en el entorno
del lago de Hallstatt floreció una civilización que hizo de la sal un bien más
preciado que el oro, si se tiene en cuenta su importancia como conservante de
alimentos y objetos de naturaleza orgánica y perecedera. Hace 7.000 años que
los primeros grupos humanos descubrieron sus minas.
La exposición El reino de
la Sal. 7.000 años de historia de Hallstatt, en el Museo
Arqueológico de Alicante (MARQ) del 14 de junio de 2013 al 7 de enero de 2014,
explica cómo era la vida de los mineros a través de los vestigios encontrados
en la mina. Reúne 250 piezas procedentes del Museo de Historia Natural de Viena, que
incluyen un pico de asta de ciervo (5060-4800 a.C.), que es la más antigua, y
las dos piezas más valoradas: un saco de transporte de piel vacuna, del siglo
XIII a.C., y un vaso ceremonial del año 600 a.C. en el que aparecen
representados una vaca y un ternero.
La muestra también dedica un espacio a la
historia del proceso de extracción de sal en la provincia de Alicante y su
influencia en las diferentes épocas, desde la prehistoria hasta la actualidad,
destacando los municipios de Santa Pola, Pinoso, Villena y Torrevieja.
La necrópolis de Hallstatt aún depara sorpresas
En
el siglo XV a.C. funcionaban en Hallstatt tres minas que alcanzaban 100 metros
de extensión. En el siglo X a.C. uno de los pozos alcanzó los 200 metros de
recorrido siguiendo un trazado horizontal para aprovechar mejor las vetas de
sal. Las minas de sal de Hallstatt constituyen uno de los enclaves
arqueológicos más importantes de Europa, que aún sigue deparando sorpresas. En
1734, unos trabajadores descubrieron una momia perfectamente conservada que
debió pertenecer a un minero de la Edad del Bronce, de alrededor del año 300
a.C., que pereció sepultado tras un accidente, pero desafortunadamente fue
enterrada en el cementerio local poco después de ser encontrada, donde quedó
expuesta a una degradación acelerada. Entre los años 1846 y 1863, Johan Georg
Ramsauer, a la sazón jefe de minas, excavó 980 tumbas del cementerio
prehistórico, aunque se estima que originalmente pudo contar con más de 5.000
tumbas. La Cultura de Hallstatt se caracterizó por sus poblados fortificados y
por la presencia de unas élites guerreras que incorporaron las primeras espadas
y cuchillos de hierro a su armamento, que se depositaban en las tumbas de
muchos guerreros. Hacia mediados del siglo IV a.C. se produjo un gran
corrimiento de tierras que colapsó la parte alta de la montaña y provocó la
ruina de las minas de sal. Su explotación continuó en los siglos posteriores,
pero ya no recuperó su antigua hegemonía.
Saco de transporte de piel vacuna, del siglo XIII a.C., una de las piezas más destacadas de la exposición. © MUSEO ARQUEOLÓGICO DE ALICANTE
Algunas de las piezas que forman parte de la exposición.
© MUSEO ARQUEOLÓGICO DE ALICANTE