Don Fadrique, el infante que mandó construir una torre como nido de amor
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M. J. Lora, abcdesevilla / Sevilla,
Día
17/07/2013
Según la leyenda, se enamoró de la viuda de su padre, Fernando III. Fue sentenciado a muerte por su propio hermano, Alfonso X, por haber ofendido al decoro real
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El
Infante de Castilla don Fadrique, nació en 1224, siendo hijo de
Fernando III, rey de Castilla, y de su primera esposa, la reina Beatriz
de Suabia. Su hermano Alfonso X lo hizo matar en 1277. Fue acusado
de conspiración y su ejecución desencadenó una sublevación contra el monarca. A
él se debe la construcción de la Torre de don Fadrique en 1252, situada
en el convento de Santa Clara. Sin embargo, el infante es un personaje
misterioso, a caballo entre leyenda e historia.
Históricamente,
participó junto a su padre Fernando III y sus hermanos en la Reconquista.
En 1235 falleció su madre, la reina Beatriz de Suabia. En 1240 el infante
Fadrique fue enviado por su padre a la Corte de Federico II Hohenstaufen,
emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, con el propósito de que recibiera
la herencia de su madre, consistente en diversas posesiones en el Imperio y en
el ducado de Suabia.
El
infante fue recibido por el emperador Federico II Hohenstaufen en la ciudad
italiana de Foggia, donde se hallaba en esos momentos la Corte imperial, y en
el mes de abril, el emperador agradeció a Fernando III el Santo en una carta
que hubiese enviado a su hijo a su Corte, demostrando con ello que las buenas
relaciones entre ambos países. Sin embargo, no queda demostrado que le fuera
entregada propiedad alguna.
No
obstante, también se considera que la reclamación de los bienes que
pertenecieron a Beatriz de Suabia fue la excusa utilizada por el infante para
permanecer en la Corte al lado de su tío.
En
el mes de julio de 1245, y poco después de la huida del infante Fadrique a
Milán, el emperador Federico II Hohenstaufen manifestó su descontento a su
padre, Fernando III de Castilla, calificando el comportamiento del infante de
ingrato y traicionero.
En
el reparto de Sevilla, y a diferencia de su hermano el infante Enrique de
Castilla, el infante Fadrique recibió numerosas propiedades, entre ellas villas
y alquerías repartidas por toda la ciudad. De los palacios que poseyó se
conservan en la actualidad, además de la Torre de Don Fadrique, otros
restos incorporados al clausurado convento de Santa Clara de Sevilla.
Una historia de enamorados
El
rey Fernando III de Castilla, que había enviudado con casi 50 años de edad de
su primera esposa Beatriz de Suabia, contrajo nuevo matrimonio con Juana de
Danmartín, para acercarse políticamente a Francia. La diferencia de edad
entre el rey y su nueva esposa, era cercana a los 30 años, pues ella tenía 17.
Cuatro
años después el falleció el rey, quedando la viuda en Sevilla. Un día visitó el
Alcázar el infante Fadrique, hijastro de Juana aunque sus edades, eran de 27 y
25 años respectivamente. Don Fadrique que nunca había vivido en Sevilla, acudió
a presentar sus respetos a doña Juana. Desde ese día, las salidas se
hicieron cada vez más frecuentes, a pesar de las críticas.
La leyenda de la torre
Con
la llegada del invierno, el infante mandó construir una torre para que la reina
viuda pudiese cazar teniendo cerca un fuego aunque él argumentó que era
para prácticas defensivas, aunque los entendidos no estaban de acuerdo con
éste.
El
rey Alfonso X ante los rumores de la corte decidió trasladarla a Toledo, pero
la nobleza de Sevilla y el pueblo se unieron a una guerra contra los amantes,
ya que una reina viuda no podía volverse a casar ni tener amores secretos.
La
reina decidió volver a Francia y mientras surcaba el río camino al Atlántico,
dirigió una última mirada con los ojos llenos de lágrimas a la torre,
que durante tres años había sido su nido de amor. Con un pañuelo hizo una señal
en dirección a la torre donde el infante le hacía una señal de adiós con la
mano.
El
rey Alfonso X de Castilla autorizó el proceso contra éste obligado por la
nobleza y el clero. Don Fadrique fue sentenciado a muerte por haber ofendido
el decoro real al tener relaciones ilícitas con la viuda del rey, tras lo
cual, fue ejecutado en Burgos. Desde entonces la Torre de don Fadrique no
volvió a ser utilizada.
Realidad histórica
La
realidad, según la documentación de la época, es que el infante don Fadrique
murió por orden del rey Alfonso X, acusado de intrigar contra el soberano: «el
rey mandó afogar a don Fadrique», el ahogamiento en agua, pena
generalmente usada para actos de traición. La actitud del infante no fue nueva,
traicionando a su hermano en varias ocasiones.
La
torre se entendería como una estructura militar y su similitud con torres
militares ubicadas en Italia donde el infante residió; algunos investigadores
también han apuntado a un pabellón de caza.
Fotografía:
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