La primera tumba a la que llevaron flores, hace 13.000 años
Descubren en Israel unos enterramientos de la Edad de Piedra con hojas de salvia y menta, el ejemplo más antiguo conocido de esta práctica en una ceremonia
J.
de Jorge @judithdj / Madrid, 03/07/2013
La
costumbre tan extendida de llevar flores a los funerales puede ser mucho
más antigua de lo que se creía. Investigadores de la Universidad de Haifa en
Israel han encontrado los restos de plantas coloridas y aromáticas en tumbas
de la Edad de Piedra que pertenecen a la cultura Natufiense, un pueblo que se desarrolló en la región
mediterránea oriental entre 13.000 y 9.800 años a.C.. Fueron los ancestros de
los primeros agricultores del mundo y ahora también parece que fueron los
primeros en poner flores en una tumba.
Es
difícil establecer cuándo comenzamos a utilizar las flores en actos públicos y
ceremonias, debido a la escasez de pruebas en el registro arqueológico. Pero en
una cueva de Carmelo, una región montañosa en el norte de Israel, los
investigadores encontraron cuatro tumbas de entre 13.700 y 11.700 años
de antigüedad que habían estado cubiertas con flores. Una de ellas alberga a
una pareja inusual de un niño varón y un adulto.
Los
científicos identificaron las huellas de la salvia, menta y otras plantas
herbáceas en el barro alrededor de los cuerpos. Según han publicado en la
revista Proceedings
de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., se trata de la evidencia sólida
del uso más antiguo de plantas en ceremonias fúnebres. Solo existe otro ejemplo
aún más antiguo en la tumba neandertal Shanidar IV en el
norte de Irak, de hace 50.000 años, pero los autores creen que es cuestionable.
Un proceso sofisticado
Las
plantas fueron colocadas junto y bajo los cuerpos, como si se tratara de,
literalmente, una cama de flores. Formaba una capa lo suficientemente
gruesa como para evitar que otros objetos de la tumba dejaran sus propias
huellas en el barro. «Tal vez ellos (los natufienses) no estaban pensando
acondicionar la tumba para que fuera cómoda, sino en el efecto que las flores
tendrían sobre los asistentes al funeral», dice Daniel Nadel, arqueólogo
coautor del estudio, en la revista NewScientist. El objetivo sería muy parecido
al actual en los funerales, ya que las plantas con flores estimulan
respuestas emocionales y sociales positivas en los seres humanos.
Los
investigadores creen que la preparación de las tumbas era un proceso
planificado y sofisticado, lleno de significados sociales y espirituales que
reflejan una sociedad compleja preagrícola que experimentaba cambios
profundos al final del Pleistoceno. Los natufienses fueron uno de los primeros
pueblos prehistóricos conocidos por enterrar a sus muertos en cementerios cerca
de las cabañas en las que vivían, y no en fosas comunes aisladas. En sus
entierros a menudo aparece ajuar funerario, como cuentas, ocre rojo y
herramientas de piedra. Además, existen indicios de que celebraban un banquete
como parte de los funerales.
Comentarios