Sigue en directo la exploración de un barco hundido hace 200 años cerca de Texas
Jesús García Calero, Madrid 19 de julio
de 2013
Desde hoy hasta el día 25, un equipo de arqueólogos de EE.UU. utiliza los medios tecnológicos de Robert Ballard para documentar e identificar el pecio
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Desde
hoy hasta el 25 de julio se
puede seguir en directo la exploración arqueológica que un equipo de la NOAA,
la agencia estadounidense para el océano, está retransmitiendo vía
internet desde esta web. Y se puede ver desde las distintas cámaras
que llevan los minisubmarinos, vehículos de operación remota. La pasada
madrugada llegaron al yacimiento situado en el Golfo de México frente a
la costa de Texas. Están rodando los restos de un buque hundido hace al
menos 200 años del que apenas se sabe nada. El equipo multidisciplinar
viaja a bordo del "Nautilus", un barco de la Sea Research Foundation,
de Robert Ballard, el descubridor del "Titanic". Además, para
fotografiar y recoger muestras del pecio utilizarán los ROV [vehículo operado
por control remoto] Hércules y Argos, dos veteranos que ya usó Ballard
en varias expediciones, como la el Mar Negro, donde realizó numerosos
hallazgos, y también en su regreso al pecio del "Titanic" en 2004.
En
esta ocasión, el barco que van a investigar ha sido bautizado "Monterrey
wreck" por la agencia norteamericana después de que fuese descubierto
en 2011 por el sónar de una compañía petrolífera, la Shell Oil, en alta mar,
cerca de la costa de Texas. Después de llegar al yacimiento, han comenzado a
fotografiarlo e inspeccionar sus elementos. Poco o nada se sabe de su origen
todavía.
Tras
la notificación de dicha compañía, en abril de 2012, el buque de NOAA
"Okeanos Explorer" llevó a cabo una primera exploración del
sitio. Y descubrió un pecio intacto, de principios del siglo XIX,
correspondiente a un velero con casco de madera.
Una
vez estudiado con sónar de barrido lateral, se pudo contemplar un fragmento
longitudinal del casco, en concreto un trozo del recubrimiento de cobre que
lo reforzaba que mide aproximadamente 25 metros de largo por 7,9 metros de
ancho. Está a una profundidad de 1.330 metros.
El
"Okeanos de Explorer" estuvo en 2012 apenas dos horas sobre el
yacimiento, tiempo justo para documentarlo en vídeo de alta definición. La
inspección realizada sobre los restos de la relativamente pequeña embarcación
de 25 metros de eslora indican que todavía se conserva la madera cerca de la
envoltura de cobre, pero toda la parte superior de la nave de madera ha
desaparecido, motivo por el que los objetos que contenía, de cerámica,
vidrio y metal, se han desperdigado en el fondo. La zona del Golfo, donde
se encuentra el sitio recibe muy poca sedimentación, por lo que muchos de los
artefactos eran visibles, casi todos en el interior del casco.
Hay
un gran ancla en la proa, se conservan fragmentos de la jarcia que
indican la ubicación de los mástiles. También hay objetos metálicos de gran
tamaño, como numerosos cañones y piezas más pequeñas. Hay una gran
estufa de metal rectangular que descansa sobre una lámina de plomo
(utilizada para proteger la cubierta de madera de las llamas) y también se conservan
algunos recipientes para alimentos. Cerca de la popa, donde probablemente vivieron
los oficiales del buque hay placas, botellas, objetos de vidrio, armas de
fuego, medicinas y también varios instrumentos de navegación.
Además de los medios de la Fundación
de Ballard, el equipo para esta misión se ha formado por arqueólogos del Bureau
of Ocean Energy Management (BOEM) con socios federales, estatales y
privados, con los que colaboran la Universidad Estatal de Texas y el Ocean
Exploration Trust, con la NOAA (OER y ONMS), BSEE, la Comisión Histórica de
Texas, la Universidad de Rhode Island, Estado de Maryland, el laboratorio de
investigación y conservación de la Universidad Texas A & M. La tripulación
del "E/V Nautilus" está liderada por Jack Irion (Boem), Frank
Cantelas (NOAA), James Delgado (NOAA), Frederick Hanselmann (MC), Amy
Borgens (THC), Michael Brennan (OET), Chris Horrell (BSEE) y Alicia Caporaso
(Boem). Otros científicos participarán en línea gracias a la tecnología vía
satélite de transmisión que también permite a los internautas asistir a esta
exploración.
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