Cantabria: la conquista más difícil



 Cantabria: la conquista más difícil

En tiempos romanos, los territorios del norte, como Cantabria, fueron conquistados de forma tardía y no sin grandes esfuerzos por los ejércitos romanos (Guerras Cántabras). Sin embargo, no todos fueron romanizados y la vida de la sociedad cántabra siguió en muchos lugares su organización basada en castros (poblados fortificados) dispersos e independientes. Fue Octavio Augusto el protagonista de la invasión de lo que hoy conocemos como Cantabria en el año 29 a.C.

Julióbriga

 

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Foto: viatorimperi (www.viatorimperi.com). Licencia CC BY-SA 2.0



Fue sin duda, junto con Flavióbriga (Castro Urdiales), la ciudad romana más importante de Cantabria. Su nombre significa “Ciudad fortificada de Julio” y fue fundada por la Legio IV Macedonica al finalizar las Guerras Cántabras hacia el 19 a. C. La ciudad vivió sus mejores días a partir del siglo I, una vez pacificada la región y desocupada la ciudad por la Legio. Sus habitantes vivían los cereales y la ganadería bovina, sin grandes privilegios como otras ciudades de la provincia romana Tarraconense. A pesar de ello, los arqueólogos han localizado algunas mansiones con patio peristilo propiedad de los más ricos de Julióbriga. Entre los restos que se pueden visitar actualmente destacan parte del foro (cerca y bajo la iglesia románica de Retortillo), las casas de los Morillos y de los Mosaicos (ésta última con ricos pavimentos, termas e hipocaustum, y los restos de un edificio de comercios (tabernae). Desde el 2003 el museo Domus Romana es el centro de interpretación y visitas del yacimiento.

 



Flavióbriga (actual Castro Urdiales)

 


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Foto: viatorimperi (www.viatorimperi.com). Licencia CC BY-SA 2.0


La ciudad debió su importancia al hecho de ser uno de los principales puertos comerciales entre el norte de Hispania y la Galia; fue también la única colonia romana de la costa cántabra. Se edificó sobre el sitio indígena ya existente de Portus Amanum. Los siglos II y III fueron los más destacados de su historia romana y la ciudad se llegó a amurallar. Los trabajos arqueológicos han documentado algunas construcciones públicas (termas) y privadas de época colonial, pero ninguna de ellas es visitable. Los restos conservados se encuentran en el Museo Regional de Arqueología y Prehistoria de Santander. También se puede visitar el Centro de Interpretación Flavióbriga para conocer el pasado romano de la ciudad.

Yacimiento arqueológico de Camesa-Rebolledo

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Foto: viatorimperi (www.viatorimperi.com). Licencia CC BY-SA 2.0


En Valdeolea se encuentra el Yacimiento arqueológico de Camesa-Rebolledo, un asentamiento romano sacado a la luz por los trabajos arqueológicos. Sus restos se dividen entre “El Conventón” (Rebolledo) y “La Cueva” (Camesa). Sus orígenes se remontan a la presencia de la Legio IV Macedonica. Próximo a una antigua calzada romana, en “El Conventón” se han encontrado los restos de una lujosa villa romana dotada de pinturas murales y un complejo termal con agua caliente (caldarium), templada (tepidarium) y fría (frigidarium), sauna de vapor (laconicum) y vestuario (apodyterium). A poco menos de un quilómetro se encentran los restos de “La Cueva”, con restos de edificaciones romanas que podrían ser de carácter militar o civil (pequeño núcleo urbano). Para visitar el yacimiento hay un gran centro de interpretación para realizar la visita guiada y que cuenta también con una sala de exposiciones.

Estelas cántabras

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Foto: María Victoria Gómez Fernández. Licencia CC BY-SA 3.0



De piedra, circulares y ricamente ornamentadas con dibujos geométricos; las estelas cántabras son uno de los monumentos arqueológicos más conocidos de Cantabria. Su origen es indígena y pre-romano y algunos autores las relacionan con el culto solar y el homenaje a los muertos. Es de visita obligada el Parque de las Estelas (Barros) para apreciar la Estela o Rueda de Barros, una de las más grandes conocidas y cuyos dibujos forman parte del actual escudo de Cantabria. También se pueden ver estelas en el Museo Regional de Arqueología y Prehistoria de Santander. Se trata de unos de los vestigios más importante y representativos de los pueblos cántabros prerromanos, aquellos que en sus castros, hicieron de su territorio un sitio –casi- inexpugnable para el poderoso Imperio Romano.


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