Tartesios, íberos y celtíberos: sus escrituras y su lengua
Autor: J.
Ramón Rivera
Editorial: Círculo
Rojo
Idioma: Español
Precio
en Papel:
15,00 €
ISBN:
9788490502921
Este ensayo no es más que la demostración
empírica, argumentada, contextualizada y comentada, de una aseveración de don
Manuel Gómez- Moreno en su obra La escritura ibérica y sulenguaje, 1948, :
Tardíamente, gracias a las inscripciones, conocemos algo de su lengua que, no
obstante ser todavía ininteligible, parece de tronco indoeuropeo y más afín al
griego que al latín . En este trabajo no sólo se comprueba el origen
indoeuropeo de la lengua ibérica sino también de las llamadas tartesia y
celtíbera, demostrando que las tres pertenecen a la familia indoeuropea y son
próximas a las lenguas del grupo griego: micénico, arcaico, épico, jonio,
dórico, eólico, beocio, lacedemonio y ático. Aun más, se evidencia de que no se
trata de tres lenguas: tartesio, íbero y celtíbero sino de una sola, tal como
acertadamente intuyeron von Humboldt, Hübner y Schuchardt, con las lógicas
evoluciones temporales y sus modismos dialectales; de manera que preferimos
hablar de lengua ibérica o, mejor, simplemente íbero.
Juan Ramón
Rivera es un estudioso que ha desempeñado trabajos en el sector de la banca y
de la industria alimentaria sin abandonar nunca su visión humanista y
humanitaria de la existencia. Nacido en Huelva en 1959 y educado desde 1961 en
la localidad barcelonesa de Sallent, se considera catalán natural de Huelva. Su
formación es amplia y autodidacta. Amplia por lo vasto de su contenido, su
insaciable curiosidad y la cantidad de campos que abarca. Autodidacta porque,
desde que siendo estudiante de filosofía en la Universidad de Barcelona dos
profesores le invitaron tajantemente a abandonar sus estudios por causa de las
insalvables discrepancias en cuanto al fondo de la misma filosofía y sus
métodos de enseñanza; Juan Ramón convirtió en lema de su aprendizaje aquello
que leyó en una de las últimas entrevistas concedidas por Martin Heidegger: la
recomendación a los jóvenes que quisieran aprender filosofía de que no fuesen a
la universidad y que leyesen únicamente a los filósofos griegos.
Los clásicos
han dejado una marca indeleble en el pensamiento del autor, como también lo
hicieron sus maestros de latín y de griego. Su pasión por el mundo íbero nació
a principios de los años 70 del siglo pasado ayudando a excavar el poblado de
El Cogulló enclavado a orillas del río Llobregat. Lo íbero, las lenguas
paleohíspánicas y su insaciable necesidad de aprender y comprender le han
llevado al lugar en el que está, estación de paso hacia nuevas metas que, a
buen seguro, no dejarán de sorprendernos. Ha colaborado, amparado bajo el
seudónimo de Ramón de Fussimanya, con Juan Carlos Vicente en la publicación de
La crisis de los borregos, una reflexión acerca de los orígenes, las
connivencias y las posibles soluciones a esta ola de neoliberalismo que nos
invade.
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