Ötzi, el «hombre de hielo», tiene 19 parientes vivos
abc_ciencia / Madrid,
15/10/2013
Estos individuos comparten una rara mutación genética con el cazador prehistórico que murió desangrado en el Tirol hace 5.300 años
Ötzi,
el «hombre de hielo»del
Tirol, un cazador prehistórico que falleció desangrado hace unos 5.300 años
después de que una flecha le atravesara el cuerpo y recibiera un golpetazo en
la cabeza, tiene al menos 19 parientes vivos en la actualidad. Esta es la
principal conclusión de un estudio genético realizado por el Instituto de
Medicina Legal de la Universidad Médica de Innsbruck (Austria).
Los científicos analizaron muestras de
ADN de 3.700 donantes de sangre en la región austríaca del Tirol. Durante el
estudio, descubrieron que 19 individuos comparten una particular mutación
genética con la famosa momia, cuyo genoma completo fue descifrado el pasado año.
Entonces, el equipo internacional de investigadores destinado a arrancar sus
secretos a la momia, descubrieron que Ötzi tenía los ojos castaños, comía cabra
y sufría de una enfermedad del corazón, una infección bacteriana y caries. Pero
además, ya adelantaron que podría tener parientes vivos, aunque los situaban en
Córcega y Cerdeña.
Mismos ancestros
«Estos hombres y Ötzi tenían los mismos
ancestros», explicaba Walther Parson, científico forense responsable del
estudio, a la Austrian Press Agency. Se trata de partes del ADN que no suelen
cambiar cuando son heredadas. El halogrupo de Ötzi, la gente con las mismas
mutaciones, es muy raro en Europa, aunque los investigadores creen que se
pueden encontrar a otras personas con la misma mutación entre las poblaciones
de Suiza e Italia.
Ötzi fue encontrado por unos
excursionistas en 1991 en los Alpes, cerca de la frontera
entre Italia y Austria. Muy conservada, es la momia humana más antigua del
mundo y una de las más estudiadas por la ciencia. Las circunstancias de su
muerte son un misterio científico, aunque la hipótesis principal es que el
cazador murió desangrado después de que una flecha le atravesara el cuerpo por
la espalda y, además, de remate, recibiera un golpetazo en la cabeza, quizás en
un cuerpo a cuerpo o quizás al resbalar y caerse cuando trataba de huir. El último estudio de las proteínas de muestras tomadas
del cerebro de Ötzi confirman que el hombre de la Edad del Cobre sufrió una
grave lesión en la cabeza antes de quedar congelado.
Comentarios