Andalucía y la Gran Guerra: espías y negocios, Andalucía en la Historia Nº 45. Julio 2014

Andalucía y la Gran Guerra: espías y negocios (AH 45)

Andalucía en la Historia Nº 45. Julio 2014

Situada en un enclave estratégico para las comunicaciones y el comercio, Andalucía se convirtió en un “frente neutral” del primer gran conflicto mundial del que se está conmemorando su primer centenario.

 
Andalucía en la Historia 45


Justo un mes después del asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero al trono imperial austro-húngaro, y de su esposa, la condesa Sofía Chotek, Austria le declaraba la guerra a Serbia. Tres días más tarde, el 1 de agosto de 1914, Alemania y Francia decretaban la movilización general y el 4 de agosto Gran Bretaña entraba en guerra. Comenzaba así la Primera Guerra Mundial, un conflicto que nadie parecía desear pero que llevaba décadas preparándose.  Aunque inicialmente los estados mayores de los ejércitos europeos contaron con que el conflicto apenas duraría unos meses, lo cierto es que la Gran Guerra duró cuatro años, movilizó a más de sesenta millones de europeos, dejó más de nueve millones de muertos e hirió a veintiún millones de soldados.

A pesar de que España declaró su neutralidad, la dinámica de la Primera Guerra Mundial  provocó múltiples injerencias dentro su territorio, especialmente en Andalucía. Situada en un enclave estratégico para las comunicaciones navales y el comercio internacional, Andalucía se convirtió en un improvisado "frente neutral" en varios terrenos: el de la propaganda, el del abastecimiento de materias primas para la guerra y el de la información, de tal manera que las redes de espionaje francesa, alemana y británica se extendieron rápidamente por toda la región. 

Para conocer qué papel jugó Andalucía en "la Guerra del Siglo" (así llamada por haber sido el  origen en de otros grandes conflictos,  como la Segunda Guerra Mundial o la Guerra Fría), el nuevo número de la revista ‘Andalucía en la Historia' ha publicado un amplio dosier sobre el tema que cuenta con la colaboración de seis historiadores. Coordinado por la investigadora sevillana Carolina García Sanz, actualmente en la Escuela Española de Historia y Arqueología del CSIC en Roma, el monográfico ofrece una perspectiva innovadora de la Gran Guerra, en la que el conflicto deja de ser un telón de fondo para convertirse en el centro de la explicación de realidades políticas, sociales, económicas y culturales de la Andalucía de esos años.  

Porque al calor de la guerra se multiplicaron los beneficios de las minas y las industrias andaluzas; los productos básicos se encarecieron disparando la inflación y provocando crisis de subsistencias; las obreras y obreros se organizaron en pos de sus derechos elementales convocando largas huelgas y los periódicos se profesionalizaron convirtiéndose en prensa moderna y de masas. Y todo ello mientras Andalucía se convertía en un auténtico nido de espías de los dos bandos, muchas de cuyas historias aparecen en las páginas de la revista.

El dosier recorre las historias de los espías y sus redes en Sevilla, Huelva, Gibraltar, Málaga, Almería y Cádiz, así como de los barcos mercantes, buques de guerra y los submarinos activos en las tareas de avituallamiento, tráfico de mercancías, labores de espionaje y de guerra que navegaron por aguas andaluzas, en tres artículos firmados por Anne Rosebusch, Carolina García Sanz y Fernando García. Por su parte, Miguel A. López Morell se centra en la intensa actividad minera de Riotinto y Peñarroya durante los años del conflicto para surtir de abundantes materias primas a los beligerantes. Por último, María Dolores Ramos Palomo se ocupa de la conflictividad social que se vivió esos años, con especial atención a la protagonizada por las mujeres, y Concha Langa explica el rol jugado por la prensa en plena etapa de profesionalización y crecimiento.

En su sección de artículos sueltos, la revista publica textos sobre el cultivo del azúcar en la costa granadina; la primera obra literaria escrita por una mujer que conservamos; la trayectoria de Jerónimo Luis de Cabrera, fundador de Córdoba de la Nueva Andalucía en Argentina; la obra matemática de Antonio Hugo de Omerique; el trato a los delincuentes a finales del XIX; la Fábrica de Artillería de Sevilla; la biografía del periodista Enrique Domínguez Rodiño, corresponsal de La Vanguardia en el frente alemán durante la Primera Guerra Mundial; la apasionante expedición Malaspina o la persistencia de los corrales de pesca en la provincia gaditana. 

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