El año 711 d.C. es una de las fechas más conocidas de la historia española, probablemente al mismo nivel que otros sucesos acaecidos en momentos tan señalados como 1492, 1648, 1812, 1931 o 1978. La gran mayoría de la sociedad (poco dada a interesarse por su pasado) identificará rápidamente los acontecimientos que ocurrieron en ese famoso año de 711, esto es, la derrota visigoda y el inicio de la invasión musulmana de la Península. Ahora bien, si vamos un paso más allá y hacemos preguntas tales como ¿quién gobernaba en el reino visigodo en aquel momento?; ¿cómo se desarrolló la conquista islámica?; ¿quiénes fueron los líderes árabes? o ¿cuáles fueron los motivos que permitieron o facilitaron la rápida sumisión de gran parte de la Península a los ejércitos musulmanes?, la mayoría de las respuestas serán muy vagas o, directamente, confesarán su ignorancia.
Pecamos de tener un conocimiento muy somero de nuestra historia, respecto de la cual nos contentamos con dos o tres ideas –cuando no anécdotas– y nos ahorramos el esfuerzo de investigar o profundizar en los detalles o en los matices que acompañan a cada hecho. Así ocurre, sin duda, con la invasión islámica de la Península. A grandes rasgos sabemos que las huestes musulmanas derrotaron a don Rodrigo (rey visigodo) en la batalla del Guadalete en 711 como consecuencia de la deserción de las tropas comandadas por los hijos del monarca Witiza (predecesor de Rodrigo). Tras la contienda, el ejército islámico apenas tuvo oposición y conquistó el resto de la Península en poco tiempo, hasta que la victoria de don Pelayo supuso el inicio de la Reconquista. Aunque parte de verdad hay en este relato, también contiene importantes inexactitudes. La labor del historiador consiste en apartarse de las ideas preconcebidas e intentar conocer y recomponer lo que realmente sucedió.
Este cometido es el que lleva a cabo el profesor y académico Luis A. García Moreno en su obra España 702-719. La conquista musulmana*. A través de un pormenorizado estudio de las fuentes, principalmente escritas (se intuye la formación filológica del autor) aunque también numismáticas y arqueológicas, intenta reconstruir los años previos a la invasión islámica y cómo se produjo ésta. En palabras del autor, “Con el presente estudio quiero volver a defender la primacía del tiempo de la coyuntura para el análisis histórico de la destrucción de la Monarquía goda y de la conquista islámica de la península. Una coyuntura que debe ser analizada en sus aspectos sociopolíticos y militares, tanto desde la perspectiva del Reino godo como desde la estrategia global, y regional maghrebí, del contemporáneo Califato Omeya”.
Luis A. García Moreno manifiesta, ya desde el inicio del libro, que su análisis se centrará principalmente en la historia política y militar de la invasión. Por lo tanto, no entra a examinar las causas socioeconómicas del declive de la monarquía visigoda, ni la organización social de los invasores, ni los aspectos jurídicos de la nueva configuración territorial de la Península. Tan sólo (y no es poco) estudia los hechos y el desarrollo de la conquista, prestando especial atención a la cronología y a la geografía de los sucesos más destacados (por ejemplo, trata extensamente el punto de desembarco de las primeras tropas musulmanas o el lugar donde se produjo el enfrentamiento entre Tariq y don Rodrigo).
Hemos de prevenir al lector que no tiene entre sus manos una obra divulgativa al uso, sino un trabajo académico riguroso, con todo lo que ello implica. Es normal, por ello, que encuentre en el libro, entre otros elementos, digresiones que interrumpen la narración de los hechos para justificar las afirmaciones vertidas, o debates más técnicos sobre la toponimia de una localidad o la transcripción del nombre de un personaje.
El principal instrumento de estudio de Luis A. García Moreno son las fuentes escritas. De hecho, al inicio de los dos grandes bloques que componen el libro hay un capítulo dedicado a ellas. De los numerosos relatos que narran la conquista de la Península extrae gran parte de la información con la que elabora su investigación y sus conclusiones. No obstante, como el propio autor reconoce, estos testimonios han de utilizarse con extrema precaución y aplicando un riguroso sesgo crítico, entre otras razones porque casi todos ellos se redactaron bastante tiempo después de los hechos que recogen (a excepción de la Crónica Mozárabe del 754).
El libro es una continua lucha entre Luis A. García Moreno y sus fuentes por desentrañar lo cierto que hay en ellas y alejar lo tergiversado o equivocado. A través de este laborioso esfuerzo por descubrir (o al menos aproximarse) a la verdad, el autor no duda en enfrentarse a las interpretaciones que eminentes medievalistas o arabistas han defendido con anterioridad, como son el caso de las tesis de Claudio Sánchez Albornoz o de Pedro Chalmeta.
A quien no conozca en profundidad este período le sorprenderán algunas de las conclusiones que el profesor García Moreno alcanza, con las que desmonta muchas de las creencias hoy más generalizadas. Por ejemplo, traslada la definitiva batalla entre Tariq ibn Zayid y Rodrigo del río Guadalete a los ríos Barbate o Almodóvar; reduce la importancia de los hijos de Witiza, considerándola menor (o inexistente) de lo que habitualmente se ha creído; sostiene que la campaña de Tariq no tenía por objetivo conquistar toda la Península, sino sustituir en el trono godo a Rodrigo. Además reevalúa la relevancia y las inclinaciones de algunos personajes como Teudomiro, el conde don Julián (identificado con el bizantino Urbano) o el rey godo Agila II.
La obra está divida en dos grandes bloques, a su vez divididos en varios epígrafes. El primer apartado está dedicado al reino godo en los años previos a la invasión musulmana, cuya figura principal es el monarca Witiza. El profesor García Moreno analiza los rasgos más destacados de su reinado (política religiosa, relación con la nobleza y con los judíos…) y dedica una atención considerable al suceso que enturbió las relaciones entre el conde don Julián y el rey: la violación de la hija de aquél por éste, que tendrá una gran trascendencia en los años venideros. Por último, también aborda la muerte de Witiza y la guerra civil que se desencadenó tras ella, en la que tres candidatos se disputan el trono: Suniefredo, Rodrigo y Agila II. Como explica el propio autor, estos capítulos están orientados a explicar la coyuntura política por la que atravesaba el reino visigodo y a echar por tierra la idea de que “[…] los ejércitos islámicos no pudieran ser vencidos ni que la Monarquía goda careciera de los medios materiales y estructurales para conseguir ese logro”.
El segundo bloque, más extenso, abarca desde las primeras expediciones musulmanas de Tarif en los años 709/710 hasta la llegada de Al-Hurr, momento en que se da por conquistada casi toda la Península. Los subapartados corresponden a las sucesivas invasiones musulmanas (comandadas por Tarif, Tariq, Musa, Abd Al-Azis y Al-Hurr). Luis A. García Moreno lo explica mucho mejor: “Estas fases y temas serán: 1) causas político-militares coyunturales que provocaron el inicio de las expediciones invasoras musulmanas sobre el Reino godo, así como las primeras incursiones (709-710); 2) la invasión de Tariq ibn Ziyad, con el desmoronamiento del régimen del Rey Rodrigo (711); 3) la expedición de Musa, con la consolidación de la ocupación de los territorios otrora controlados por Rodrigo, y el comienzo de la conquista del noreste peninsular (711-713); y 4) el casi total control por el Imperio árabe-islámico de la Península Ibérica, y definitivo final de la Monarquía goda (714-718)”.
Concluimos recomendando la obra del profesor García Moreno a todos aquellos, investigadores o simples curiosos, interesados en este trascendental acontecimiento de nuestra historia. El libro, redactado por un profesional ya consolidado, nos permite descubrir detalles que desconocíamos de la invasión musulmana y comprender un poco mejor cómo se produjo ésta. Sin perjuicio de que contenga algunas partes más técnicas, la obra se lee con facilidad, tanto por la prosa sencilla del autor como por el indudable interés del tema que trata.
Luis Agustín García Moreno (Segovia, 1950) es Doctor en Filología Clásica por la Universidad de Salamanca y Catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Alcalá, desde 1982. Anteriormente ejerció la docencia en las Universidades de Salamanca, Autónoma de Madrid, Santiago de Compostela, Complutense, Zaragoza y varias universidades extranjeras. Fue elegido Académico de Número de la Real Academia de la Historia en 2007. Fundador y director de la revista “Polis”, es miembro de los consejos científicos de varias revistas españolas y extranjeras como Journal of Late Antiquity, Quaderni Catanesi di Studi Antichi e Medievali, Hispania Sacra y Cuadernos de Historia de España. Ha escrito varios centenares de trabajos, entre libros y artículos científicos, principalmente sobre Historia hispana, desde los pueblos prerromanos a los mozárabes, con particular atención a la Historia goda, así como sobre Historiografía y Geografía helenísticas.
*Segunda edición publicada por el Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, septiembre 2014.
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