“De Génova a Siviglia. Juan Bautista Cavaleri
(1652-1732): pionero de su linaje”.
Francisco Javier Gutiérrez Núñez
IES Pablo Picasso, Sevilla
(Consejería de Educación, Junta de Andalucía)
en
Fernández Chaves, Manuel F. (coord.) (2023):
De la tierra al mercado. Liber Amicorum a la profesora Mercedes Gamero Rojas. Sevilla: Editorial Universidad de Sevilla (Colección Homenajes, n.º 11), pp. 207-227
Desde estas líneas, mi gratitud y cariño a la Profesora Dª Mercedes Gamero Rojas.
"Lo que en la juventud se aprende,
toda la vida dura",
Francisco de Quevedo.
1.- Introducción
“Sevilla era una de las principales ciudades mercantiles en los siglos XVI y XVII, gracias a su papel de intermediaria entre Europa y América (…)”. Con esta frase abría la profesora Gamero Rojas uno de sus numerosos artículos sobre la Sevilla de la Edad Moderna, y sin duda es una de las más adecuadas para contextualizar el inicio del presente trabajo. La economía de la ciudad, había conocido un “siglo de dominio italiano, sobre todo genovés” e iba a dar paso al despegue y pujanza de los flamencos que se convertirían “en la nación más potente e influyente económica, social y culturalmente en la Sevilla del siglo XVII”.
A lo largo de toda la Edad Moderna desfilaron numerosas familias extranjeras afincadas al calor del comercio americano. Algunas apenas dejaron huella, aunque otras muchas sí que lo hicieron. Aunque ya de forma tardía y fuera del momento de mayor esplendor del llamado “dominio italiano”, varios linajes como los Federigui, Bucarelli, Levanto y Cavaleri (entre otros), llegaron, se quedaron y se integraron en su particular “Siviglia”. Dar a conocer un personaje como Juan Bautista Cavaleri, patriarca de un enorme linaje que ha dejado huella en la vieja urbe hispalense, es el principal objetivo de las siguientes líneas.
2.- Un largo periplo hasta llegar a Sevilla
2.1.- De Génova a Sevilla, pasando por Madrid y las Indias
Nacería en Génova en 1652, siendo hijo de Nicolás Cavaleri y Ángela María Ferrari. Con tan sólo 12 años abandonaría su ciudad natal para marchar a Madrid. Desconocemos si lo hizo en compañía de sus padres, aunque lo más probable es que lo hiciera en compañía de su hermano mayor Pedro Matías y que ambos fueran acogidos por algún familiar, o bien por algún otro linaje italiano, para así iniciarse desde jóvenes en las actividades mercantiles y crediticias.
De forma previa a su llegada a Sevilla, nuestro protagonista sin duda se forjó toda una carrera comercial como tratante y factor, posiblemente trabajando para otro comerciante, hasta poder independizarse. Después de residir 4 años en la parroquia de San Sebastián de Madrid (1664-1668), pasó 3 meses en Sevilla, hasta lograr embarcar hacia el “Reino de Caracas” donde pasó otros 5 años (1669-1674), trasladándose posteriormente a Nueva España donde vivió 9 años (1674-1683). Tras retornar a finales del año 1683 a la península, de nuevo residió en Madrid junto a su hermano, donde pasó casi otro año como vecino de la parroquia de San Ginés; hasta trasladarse definitivamente a Sevilla, afincándose en la collación de San Andrés, integrándose en la amplia comunidad mercantil vinculada a la Carrera de Indias.
2.2.- Pedro Matías Cavaleri
De su hermano sabemos que pasó el resto de su vida en Madrid, al amparo de las prestaciones y contactos que podía ofrecer, una ciudad convertida en Villa y Corte de los Austrias. Su hermano no desaprovechó la oportunidad, sería banquero y asentista del rey Carlos II. Sus primeros asientos con la Corona datan de la década de 1680, pero “a diferencia de otros asentistas de su misma época, tuvo capacidad suficiente para proveer diversas sumas de plata en distintas plazas europeas”. En el año 1682 pagó 50.000 pesos de plata, por el oficio de Alguacil Mayor del Consejo de Hacienda, “gozando de las ventajas y consideraciones que tenía cualquier otro consejero de Hacienda”.
Tras su estancia americana, la marcha de Juan Bautista a la capital hispalense hacia el año 1684, sin duda debe entenderse como parte de una estrategia familiar y de ayuda mutua. Sin embargo el destino frustró esta colaboración al morir su hermano en septiembre de 1685.
Pedro Matías emparentó con otro linaje de gran prestancia social como los Alcázar, vinculado a la Casa de la Contratación y con presencia en Sevilla y Cádiz. Su matrimonio con Manuela del Alcázar, se celebró “en el Real Palacio en el quarto del Exmo. Sr. Duque de Medinaceli”, el 13 de febrero de 1678, siendo oficiado por el Licenciado D. Alonso Torrero (Predicador de S. M. y su Capellán de Honor) con licencia del cura propio de la parroquial de San Juan, de la villa de Madrid. Cuando bautizaron a su hijo Felipe el 28 de mayo de 1681, vivían en la calle Alcalá.
Manuela era hija de Felipe del Alcázar Zúñiga y Leonor Ortiz. Tuvo dos hermanas y siete hermanos, algunos de los cuáles llegaron a estar muy bien posicionados: Melchor (cabº de Calatrava, Sargento Mayor de la Plaza y Presidio de Cádiz), Pedro Cristóbal (cabº de Calatrava y Ayuda de Cámara de S. M.), Juan Antonio (presbítero Canónigo de Catedral de Sevilla y Administrador del Hospital Real), Luis (cabº de Alcántara y Ayuda de Cámara de S. M.), Andrés (regidor de Cádiz), Baltasar (padre de la compañía de Jesús de la provincia de Andalucía), Tomás, Lucía (monja profesa en el convento de Santa Florentina, Écija) y Catalina.
De todos ellos, sin duda destaca Andrés del Alcázar Zúñiga, que además de ser regidor de Cádiz, llegaría a ser Presidente de la Casa de la Contratación (1705-1709) y de la Real Audiencia de Sevilla (1710-1713), así como I Conde de la Marquina desde el año 1693.
Sin duda los Alcázar sevillanos tuvieron que ser unos buenos aliados para un Juan Bautista que necesitaba abrirse camino en una ciudad nueva. Sus primeros años en Sevilla tuvieron que ser de esfuerzo y plena dedicación a sus negocios, hasta alcanzar su primer cargo de relevancia pública, el de Tesorero General de la Santa Cruzada de la ciudad de Sevilla y su Arzobispado, que al menos ya ostentaba en 1687. Un puesto que le daría una gran visibilidad, yendo y viniendo por la ciudad, y que además le permitiría ampliar su red de contactos y desarrollar aún más sus habilidades y don de gentes.
Pedro Matías falleció el 16 de septiembre de 1685, otorgando unos días antes, el 14 de septiembre, un poder para testar ante Andrés Caltañazor (Madrid), en favor de su esposa Manuela y su hermano Juan Bautista, el cual se desplazó hasta Madrid para oficializar su testamento. Se escrituró el 15 de noviembre de ese mismo año ante el escribano Juan de Sandoval (Madrid). Nombraría como herederos a sus hijos: Nicolás, Felipe, María, Leonor y Ángela (casadas con Pedro del Alcázar Castañeda y Luis del Alcázar Zúñiga).
Juan Bautista, no se olvidaría nunca de sus sobrinos, a los cuáles citaría continuamente en sus numerosos testamentos y codicilos, fijándolos en la línea de sucesión de su mayorazgo, en ausencia de sus propios hijos.
3.- Su matrimonio con Cristina María Funes Renier (1687)
3.1.- Capitulaciones matrimoniales
Juan Bautista contaba con 35 años y Cristina María 19, él casi le doblaba la edad. Ella bautizada el 11 de enero de 1668, era hija del capitán Juan de Funes y de Ana Felipa Reiner, nacidos en Tafalla (Navarra) y Sevilla; aunque Ana Felipa era de padre francés. En 1687, Cristina ya era huérfana de padre (fallecido h. 1671) y vivía en compañía de su madre en la collación de Santa Cruz.
Las capitulaciones se escrituraron ante Toribio Fernández de Cosgaya escribano de Sevilla, el 22 de enero de 1677, mes en el que se produciría el matrimonio en la misma parroquia donde ella se había bautizado, la parroquia de Santa Cruz (Sevilla).Llevó una dote de 10 mil pesos escudos de a diez reales de plata, de los cuáles 7 mil serían al contado y el resto en plata labrada y joyas, correspondiente a sus legítimas.
Juan Bautista era vecino en San Andrés y se obligó a entregarle cada año 300 ducados de vellón para gastos de su camarín, y en caso de fallecer él, recibiría 2000 ducados de vellón en un único pago. En la firma estuvieron presente Diego Pedro Benegas de Córdoba (caballero de Calatrava), Diego Jiménez de Enciso (Marqués del Casal) y Bernabé de Solaruze.
Su expediente matrimonial también nos da más pistas sobre su primera red de amigos y familiares. Los dos testigos que presentó Cristina, fueron sus cuñados, D. Pedro y D. Francisco Pineda Salinas, vecinos de Santa Andrés y Santa Cruz, casados con sus hermanas Ana y Feliciana. Por su parte Juan Bautista, presentó tres testigos: a Antonio Suárez Pérez, D. Juan de Pareja Nieto, (presbítero vecino de San Andrés) y D. Bartolomé de Soraluze, vecino en la plazuela de San Andrés, que había estado con él en Nueva España.
Juan Bautista además de amistad tuvo que mantener negocios con Bernabé de Soraluze y su socio Francisco de Iturbe, a los cuáles conoció en el año 1683, en su regreso de Nueva España, en la flota del Almirante Diego Fernández de Zaldívar.
Por ejemplo, en 1697 y 1699, delegó en ambos el cobro de varias cantidades que le adeudada el capitán Pedro de Olartúa, vecino de la Ciudad de los Reyes. Éstos a su vez estaban muy vinculados a otros Cargadores como Martín de Azaldegui y el capitán Alonso Sánchez Maldonado.
3.2.- Inventario capital y dote
Su marcha a las Indias tuvo que producirse en junio de 1669, en la flota de Tierra Firme que iba a cargo del Almirante Manuel Bañuelos y Sandoval. Lo que sí está claro, es que retornó a la península en la flota del ya citado Almirante Zaldívar, que atracó en Cádiz el 14 de diciembre de 1683, dato que aporta en su expediente matrimonial.
Durante su estancia americana por tierras caraqueñas y mexicanas (1669-1683), se haría con una pequeña fortuna. De tal forma que al llegar a Sevilla además de seguir invirtiendo en la Carrera de Indias, pasaría además a realizar préstamos y créditos a terceros.
A la hora de casarse, su inventario capital de 16 de enero de 1687, arrojaba ya una cifra de 351.484 reales de vellón. Eso sí, su caudal era algo engañoso, pues no tenía apenas liquidez, todo lo tenía invertido en distintos préstamos que le tenían que devolver a corto plazo, pero cuyo cobro en realidad se alargaba durante años, debido a la morosidad de los pagadores.
Este documento nos sigue desvelando personajes de su red de clientes y de contactos. D. Justiniano Justiniani, vecino de Madrid, traspasó a Cavaleri en 1684, dos deudas que el general José Fernández de Santillán y su esposa Estefanía Ceballos, tenían contraídas con él, de 34.800 y 69.600 reales de vellón (1682).
El propio Santillán recibió dos préstamos del propio Cavaleri, el 18 de mayo y 18 de noviembre de 1685, escriturados ante Diego Ramón Rivera, escribano de Sevilla. Las cantidades ascendían a 14.700 y 14.280 reales de vellón, que debían ser devueltas, en el plazo de 14 meses. Sin duda servirían a Santillán para comprar mercancías, e invertirlas con destino a Nueva España, donde contaba con dos sobrinos Diego y Pedro.
En varias escrituras de préstamos al 1% vencidas en abril de 1686, tenía otros 11.340 reales. Al propio Consulado y Comercio de la ciudad de Sevilla, le había prestado dinero, en enero y abril de 1686: 74.700 y 56.914 reales de vellón. Escrituras que se otorgaron ante el escribano Miguel Pastor de Torreblanca.
Cavaleri mantenía una compañía junto a otros dos socios: D. Diego Henríquez del Castillo y el capitán Domingo Echevarría. Los 3 disponían de 6057 arrobas de aceite, almacenadas en la calle del Aceite y en la hacienda de los herederos de D. Diego Dávila Blázquez (pago de Benagila, Alcalá de Guadaíra). Un tercio de ese aceite que era el que le correspondía a él, fue valorado en 34.128 reales de vellón.
Por último declaraba distintos bienes y muebles de su casa valorados en 9000, así como algunas joyas y piezas de plata labrada, apreciadas respectivamente en 7500 y 10860 reales de vellón. Tan sólo decía contar con 255 reales en metálico. Datos “curioso” sin duda y posiblemente irreal, después de comprobar el despliegue financiero que había llevado a cabo.
A los pocos meses el 19 de marzo de 1687 otorgó carta de pago, de haber recibido la dote de su esposa.
3.3.- Sus albaceas
Juan Bautista Cavaleri hizo al menos seis testamentos: 1693, 1696, 1699, 1704, 1707 y 1710. Gracias ellos, podemos seguir ampliando su red de contactos y familiares. Sobresale entre ellos, José Fernández de Santillán, General de la Armada de la Guardia de la Carrera de Indias (Almirante de la Flota de Nueva España entre 1687-1688) y Conde de Casa Alegre (desde 1704). Aparece nombrado como su albacea hasta en 4 testamentos: 1693, 1696, 1699 y 1707. No aparece ya en el de 1710, porque había fallecido en Cartagena de Indias en junio de 1708.
En 1693 dejaría como sus albaceas, además de a Santillán, a fray Andrés de Segura (carmelita en San Alberto) y el padre Juan Bernal (Rector del Colegio jesuita de los Ingleses). En 1696, se mantienen Santillán y Bernal, apareciendo como nuevos albaceas, un tío de su mujer (Miguel Renier) y cuatro de sus cuñados: Clemente (Canónigo de Sevilla desde el año 1666), Miguel (fraile carmelita calzado), Juan y Pedro Funes Renier. Además nombraba al que sería su mano derecha durante las décadas siguientes, su “compadre” Pedro Gallardo Arrendondo.
En de 1699, se mantienen Santillán y Gallardo como sus albaceas, así como sus cuñados Pedro y Miguel de Funes. Aparecen como novedades su mujer, Juan Antonio y Baltasar del Alcázar Zúñiga (Canónigo y Padre Jesuita, hermanos de su cuñada Manuela) y Pedro Castañeda del Alcázar (casado con su sobrina Leonor).
En 1704 en cambio, redujo mucho los nombres, nombrando sólo a dos personas: su suegra Ana Felipa Renier (ya con 81 años) y su cuñado Clemente de Funes. En la nómina de albaceas de 1707, se repiten los nombres de sus cuñados (Pedro, Miguel y Juan), los dos hermanos de su cuñada Manuela (Juan Antonio y Baltasar) y su sobrino político Pedro Castañeda. A ellos se incorporan por primera vez, su hijo Juan Nicolás, su prima Catalina Rabines, su yerno Pedro de Pineda Salinas y Ponce de León.
En su último testamento, el de 1710, se mantienen su yerno y sus cuñados Pedro y Miguel, así como el padre Baltasar de Alcázar. Nuevos nombres serán los de su hijo Miguel y su sobrino Nicolás Cavaleri, que fue vecino de Sevilla por un tiempo, y que llegaría a ejercer el cargo de Contador Mayor de la Superintendencia de Guerra.
4.- Trayectoria
4.1.- De Santa Cruz a San Bartolomé: la fundación del mayorazgo (1699)
A través de sus numerosos testamentos y codicilos, conocemos sus distintas vecindades: collación de San Andrés en 1687, de Santa Cruz en 1696 y 1699, y por último de San Bartolomé, desde 1702 hasta su muerte en 1732.
Al poco tiempo de su matrimonio obtuvo carta de naturaleza de Carlos II, Real Cédula firmada en el Buen Retiro el 2 de mayo de 1689, lo que le permitió "tener los ofizios, trattos y comerzio que está permitido a los naturales" del país.
Juan Bautista desarrollaría una interesante trayectoria: Cargador y Cosechero del Consulado de Indias, Tesorero General de la Santa Cruzada (al menos ya en 1687), Escribano Mayor (h. 1696-1703) y Veinticuatro del Cabildo de Sevilla (1703-1732), así como Hermano de la Santa Caridad (1688), de la que fue Hermano Mayor (1710, 1721).
Su entrada en el Cabildo de Sevilla fue gracias a la cesión que le hizo del oficio de Escribano Mayor, su ya familia política Pineda Salinas, de la cual eran miembros dos de sus cuñados y su yerno. Tras acceder a él, dejó este oficio y lo cedió a su cuñado Pedro de Funes. A continuación compró un oficio de Veinticuatro de Sevilla por valor 23.750 reales de vellón, recibiendo Real título del mismo (Buen Retiro el 23 de mayo de 1703). Estar presente en un órgano de poder como era el ayuntamiento sevillano sin duda era clave para prosperar y garantizar el status socio-económico de su linaje.
Sin duda la fundación de un mayorazgo era un paso importante para el ennoblecimiento, hecho que ocurrió en el año 1669, con una casa ubicada en la calle Tintes (collación de San Bartolomé) y su heredad situada en San Juan de Aznalfarache (hoy en Mairena del Aljarafe).
La casa de la calle Tintes (antes llamado Postigo del Jabón), estaba en esquina con la plazuela de los Zurradores, y la adquirió en 1699 a D. Lorenzo José Dongo por 86.677 reales. La escritura de compra-venta se realizó ante el escribano Juan Antonio Herrero. Contaba con abastecimiento de agua, jardín y cochera. Posteriormente lo acrecentaría con el citado oficio de Veinticuatro de Sevilla y una capilla situada en el convento de San Agustín, mediante codicilos fechados el 1 de diciembre 1702 y el 4 de septiembre de 1704.
4.2.- Apuntes sobre su relación con la Carrera de Indias
Tras la muerte de su esposa se realizó inventario de bienes, con fecha de 3 y 7 de septiembre de 1704. No debemos extendernos mucho en el análisis del mismo, aunque sí dar algunas pequeñas pinceladas de lo que pudo ser su nivel de vida. Entre sus cuadros contaba una Santa Rosa de Lima, una Santa Rosalía y un San José y el Niño Jesús, de éste último decía que era Bartolomé Esteban Murillo. En su casa abundaban muebles de madera noble, algunos de procedencia americana; por ejemplo en el dormitorio tenía una cama de palo santo de “hechura salomónica de colgar”, y otra similar pero mediana de “palo gateado” y una “cuna de granadillo con sus barandillas. Además poseía dos escaparates, un biombo de doce tableros, cuatros bufetes y dos escaños de caoba.
Afirmaba tener 38.000 pesos escudos de a diez reales de plata en moneda de oro y vellón, todo invertido en “diferentes efectos”, refiriéndose con ello a mercancías enviadas a las Indias y a los distintos préstamos otorgados.
En la “Capitana y Almiranta” de la flota de la Nueva España a cargo del General Velasco, D. Juan Urueña trajo a cuenta del propio Juan Bautista, la cantidad de 10.911 pesos escudos en octavos, que aún no había recibido. Cantidad que imaginamos procedía de la venta de distintos géneros y mercancías. Además Cavaleri tenía aún que cobrar otros 15.940 pesos escudos de distintos préstamos realizados “a gente de dicha flota”, de los cuáles no se cita nombres.
El inventario nos permite no sólo conocer el dinero que tenía prestado, sino también los nombres y apellidos de los distintos personajes y comerciantes de la ciudad, que necesitaban de su financiación para invertir en la Carrera de Indias:
(1).- Francisco de Palacios, 828 pesos (1689 y 1702), escribano de Sevilla.
(2).- D. Gaspar Fernández Montejo de Quirós (vecino de la Ciudad de los Reyes) y el capitán D. Francisco Quijano Ceballos, 2100 pesos escudos (1697).
(3).- Pedro de Olartúa (vº de la Ciudad de los Reyes), 386 pesos (1697 y 1699).
(4).- D. Lope Merchán, 2745 pesos escudos (1699).
(5).- Juan Francisco Eminente, 583 doblones de a dos escudos de oro.
(6).- D. Francisco y Bernardo Tinajero, 1950 pesos escudos a riesgo sobre la flota del General Manuel de Velasco (1699).
(7).- D. Francisco de Santa Cruz, 5000 reales (1704).
(8).- D. Juan Andrés de Ustáriz y su hermano, 3900 pesos escudos.
(9).- D. José Valenzuela y D. José Daza, 2600 pesos escudos.
(10).- D. Alonso de Castro, 4480 pesos escudos.
Además reconocía una serie de préstamos, que ya consideraba casi imposible de cobrar: de Jacob Braquelman 3417 pesos escudos, de José López (vecino de Sevilla) 146 pesos escudos, de Pablo Bernardo Tamariz 907 pesos escudos, de Pedro Embila 606 pesos escudos y de D. Luis Asencio (vecino de Sevilla), 1658 pesos escudos.
4.3.- La sucesión en el mayorazgo a partir de 1732
Sus cinco hijos varones eran los primeros en la sucesión del mayorazgo: Juan Nicolás, Miguel, Pedro, José Manuel y Francisco. Sin embargo Juan Nicolás quedó descartado al ingresar como Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla, pasando tras la muerte de Juan Bautista, a ostentarlo su segundo hijo, Miguel (entre 1732 y 1753), sin sucesión.
A partir de ahí, y fallecidos ya Pedro y José Manuel, el mayorazgo pasó a su quinto hijo varón menor, Francisco Cavaleri Funes (1701-1756), el cual sólo lo ostentó algo más de tres años (1753-1756). Fue el encargado de comprar una casa en la Plaza del Duque, en remate público en el concurso de acreedores a los bienes del patronato de Juan de Mesa y escriturada el 9 de noviembre de 1768.
El mayorazgo recayó en su hijo Joaquín Cavaleri Torres. Llegó a ser el Primer Prior del nuevo Tribunal del Consulado de Sevilla, Veinticuatro de Sevilla, así como Maestrante (1759) y Teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla (1789-1790 y 1808-1814).
4.4.- La capilla de Nuestra Señora de Guadalupe del convento de San Agustín (Sevilla)
Juan Bautista Cavaleri durante su vecindad en Santa Cruz, ya intentaría adquirir una capilla para su linaje, hecho que no fructificó por diversos motivos ni en su iglesia parroquial ni en la de los Clérigos Menores.
Sin embargo su nueva vecindad en San Bartolomé, le permitió relacionarse con el convento de San Agustín, situado a escasos metros de su nuevo y definitivo domicili. Se le abría una nueva oportunidad, que no desaprovechó y pudo ver su deseo hecho realidad. Con la mediación de Pedro Gallardo Arrendondo, adquirió una capilla dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe de México, ubicada en dicho convento y que era propiedad de los herederos del Capitán Domingo de Rojas. La compra fechada el 23 de febrero de 1702, por un valor de 2.400 reales de vellón.
Juan Bautista Cavaleri, fue dando pasos para preparar la capilla como panteón funerario de su linaje, sin cambiar la advocación de la misma, la cual como ya dijimos quedó vinculada al mayorazgo desde el 1 de diciembre de 1702. Él mismo se enterró en ella en 1732, así como sus hijos Miguel y Francisco Cavaleri Funes.
Sin duda su estancia y paso por Nueva España, marcaría su religiosidad más privada, pues no sólo mantuvo a Guadalupe en la capilla “heredada” de Domingo de Rojas, sino que además el oratorio de su Hacienda lo presidiría “un lienzo de Nuestra Señora de Guadalupe de Indias con su moldura de rosario dorada”.
5.- Su Hacienda: entre San Juan y Mairena del Aljarafe
En la actualidad, aún se mantiene en el recuerdo de la localidad de Mairena del Aljarafe, la existencia de la denominada “Hacienda Cavaleri”, creada y fundada como veremos por Juan Bautista. A inicios del siglo XVIII, lo cierto es que estaba algo lejos con respecto a su pequeño núcleo urbano, aunque ubicada en un sitio clave, en el camino que la unía con Sevilla, pasando por San Juan.
La familia Cavaleri fue su propietaria a lo largo del siglo XVIII y buena parte del XIX, cuando le perdemos la pista. Ya en el siglo XX, era propiedad de la familia Taviel Andrade y contaba con unas 40 hectáreas de extensión, la cual parece que la transfirió a la Caja San Fernando de Sevilla. La entidad bancaria supo ver el potencial inmobiliario de sus terrenos, llevándose a cabo su promoción urbanística en los 70 y 80. Así se crearon barrios como Los Olivos, Las Brisas, Montealto, Cavaleri y Ciudad Expo. Una zona que cuenta con 2 estaciones del metro de Sevilla, una de ellas denominada “Cavaleri”.
La primera vez que aparece en algún documento relacionado con Juan Bautista, es en su testamento de 1699, cuando declaraba tener una Heredad en San Juan de Aznalfarache. Escuetamente se decía de ella que contaba con bodega, lagar y vasijas de barro, almacenes (con 4 mil arrobas de vino), viñas, olivares y otros árboles. Pagaba un censo anual a la Casa de la Misericordia, de sólo 1250 maravedíes.
La Heredad fue ampliando su extensión hasta convertirse en una Hacienda de campo, mediante un proceso continuo de agregaciones por compra-venta de tierras, tras el cual la finca pasó a estar valorada en 282.683 reales de vellón. Gracias a algún codicilo de Juan Bautista y a un documento fechado en 1775 y anexionado a su testamento de 1710, podemos sintetizar cuando se produjeron dichas agregaciones realizadas por él:
Año 1700. Remate público a su favor, realizado por Clemente Guimbaria, ante el escribano Juan Francisco Correa, 1690.
Año 1701. Remate público del convento de Santa Inés a su favor, otorgado ante el escribano Miguel Agredano.
Año 1702. Convenio entre la villa de Tomares y él, ante el escribano Ruiz de las Cuevas.
Año 1712. Venta en su favor de Isabel Sánchez, ante el escribano Francisco Palacios.
Año 1713 (9 de septiembre). Venta en su favor de Dª Agustina Rodríguez de Rivera, ante el escribano Juan Bautista Palacios.
Año 1723. Venta en su favor de Francisco Rodríguez, Dª Ana, D. José y D. Juan de Torres, ante el escribano Juan Márquez de Guevara.
El inventario del año 1704 que recogemos en el apéndice documental, nos permite tener una información muy detallada que supera con creces a la anterior de 1699. En ese año de 1704 ya contaba con una casa principal, dos atarazanas y bodega con 176 toneles, 82 barriles, 76 toneles y 75 tinajas (58 grandes y 17 pequeñas), lagar con su viga, dos almacenes con 52 tinajas y un molino de aceite, caballeriza, cochera y oratorio. También se detallan los pertrechos del lagar, molino, atarazanas y almacenes.
Sus tierras se componían de 40 aranzadas de viñas que estaban siendo replantadas de olivar, 55 aranzadas de olivar y otras 4 de garrotes. En cuanto a género contaba con vino “dañado” en tres tinajas, 7200 arrobas de vino de la cosecha del año anterior de 1703, 740 arrobas de aguardiente, 40 arrobas de vinagre (en tres tinajas) y 320 arrobas de aceite.
Además a los dueños de viñas de los alrededores les había pagado por adelantado 12.800 reales de vellón, para contar con la cosecha de mosto de ese año de 1704. Por tanto la captación y venta del vino del Aljarafe en la ciudad de Sevilla, sería otro de sus negocios, aunque quizás menor, en comparación con sus inversiones crediticias y mercantiles en la Carrera de Indias.
Tras su muerte sus hijos realizaron otras compras-ventas de tierras contiguas a la Hacienda, e hicieron distintas mejoras en ellas, que la llevó a alcanzar un valor de 371.144 reales de vellón en el citado año de 1775:
Miguel Cavaleri en 1739, invirtió 6138 reales de vellón en la compra de una porción de fanegas de tierra al convento de Santa Inés que fueron agregadas al mayorazgo, cuya escritura se oficializó ante Luis González Bejarano.
Juan Nicolás Cavaleri en 1760 compró 3 hazas de tierras por valor de 15 mil reales, escritura que se otorgó ante Luis Palacios. Además puso plantíos de olivar que importaron 14.323 reales de vellón y construyó en la finca 2 molinos de aceite, que costaron 53.000 reales de vellón.
6.- Apéndices.
6.1.- Genealogía Cavaleri.
(1).- Nicolás Cavaleri y Tubino (bº Igl. San Nazario – Ntra. Sra. de las Gracias, Génova, 12.II.1608). Se casó con Ángela María Ferrari Muraggia (bº Igl. San Donato, 27.II.1608). Hijos: Pedro Matías y Juan Bautista.
(1.1.).- Pedro Matías Cavaleri y Ferrari (bº Génova, entre 1650-1653). Se casó en la iglesia de San Juan (Madrid), el 13 de febrero de 1678, con Manuela del Alcázar (nat. en Los Morales, bº Igl. Sta. María, Utrera, 17.VIII.1653), hija de Felipe del Alcázar (nat. Sevilla, cabº de Alcántara y Alcaide del castillo de Los Morales, Sevilla) y Leonor Ortiz del Alcázar ("nacida de paso en la de Sanlúcar de Barrameda estando su padre sirviendo a S. M. en la Secretaria de la Capitanía General de aquellas Costas". Hijos: Nicolás, Felipe, Leonor, Ángela y María.
(1.1.1.).- Nicolás Cavaleri y Alcázar (bº Igl. De San Sebastián, Madrid, 18.III.1679), Cabº Santiago (1694), Contador Mayor de la Superintendencia de Guerra, vecino de Sevilla en 1709.
(1.1.2.).- Felipe Cavaleri y Alcázar (bº Igl. de San Ginés, 28.V.1681). Caballero de Santiago (1694).
(1.1.3.).- Leonor Cavaleri y Alcázar. Casada con Pedro del Alcázar Castañeda.
(1.1.4.).- Ángela Cavaleri y Alcázar. Casada con Luis del Alcázar Zúñiga (cabº de Alcántara).
(1.1.5.).- María Cavaleri y Alcázar.
(1.2.).- Juan Bautista Cavaleri y Ferrari (bº 25.I.1652, Génova). Se casó con Cristina María Funes Renier. Hijos: Juan Nicolás, Ana Leona, Miguel José, Pedro, José Manuel, María Teresa, Cristina y Francisco.
(1.2.1.).- Juan Nicolás Cavaleri Funes (bº Igl. S. Andrés, Sevilla, 25.VIII.1688). Coadjutor de Canónigo Catedral Sevª (desde 1713).
(1.2.2.).- Ana Leona Cavaleri Funes (bº Igl. Sagrario, Sevilla 1690). Se casó el 3 de agosto de 1705 en la iglesia de San Bartolomé (Sevilla), con Pedro Pineda y Salinas Ponce de León (I Conde de Villapineda desde 1737).
(1.2.2.1.).- Miguel Pineda Cavaleri (bº Igl. San Andrés, Sevilla, 13.IV.1711 – m. 7.V.1757, Sevilla). II Conde de Villapineda. Sin descendencia.
(1.2.2.2.).- Francisco de Paula Pineda Cavaleri (bº Igl. San Andrés, 13.VIII.1715). III Conde de Villapineda. Se casó el 1 de diciembre de 1788, en la Iglesia de San Martín (Sevilla), con Brígida Antonia Angulo Sotomayor (bº Igl. Santa Marina, 17.VIII.1758, Andújar).
(1.2.3.).- Miguel José Cavaleri Funes (bº Igl. Sagrario, Sevilla, 17.V.1691). Veinticuatro de Sevilla (1737-1753), Alcalde Noble Sta Hdad. (1737). Sin descendencia.
(1.2.4.).- Pedro Cavaleri Funes (Sevilla, h. 1693-1694). Sin descendencia.
(1.2.5.).- José Manuel Cavaleri Funes (Sevilla, h. 1695). Sin descendencia.
(1.2.6.).- María Teresa Cavaleri Funes (bº Igl. Sta. Cruz, Sevilla, h. 1697). Sin descendencia.
(1.2.7.).- Cristina Cavaleri Funes (bº Igl. Sta. Cruz, Sevilla, h. 1698). Sin descendencia.
(1.2.8.).- Francisco Dionisio Cavaleri Funes (bº Igl. S. Bartolomé, Sevilla. 14.VIII.1701). Que sigue.
(1.2.8.).- Francisco Dionisio Cavaleri Funes (bº Igl. S. Bartolomé, Sevilla. 14.VIII.1701). Se casó con María de Torres y Navarro (bº Igl. Salvador, Sevilla, 29.XI.1704). Hijos:
(1.2.8.1.).- Joaquín Cavaleri Torres (bº Igl. Salvador, Sevilla, 28.IX.1741). Que sigue.
(1.2.8.1.).- Mª del Rosario Cavaleri Torres (bº Iglª Salvador, Sevilla, 15.X.1742). Se casó con Francisco Javier Tous de Monsalve (II Marqués de Tous y III Marqués de la Cueva del Rey).
(1.2.8.1).- Joaquín Cavaleri Torres (bº Igl. Salvador, Sevilla, 28.IX.1741). Primer Prior del nuevo Tribunal del Consulado de Sevilla, Veinticuatro de Sevilla, Maestrante (1759) y Teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla (1789-1790 y 1808-1814). Se casó con Francisca Ponce de León Pineda y Guzmán (bº Utrera, 20.X.1739), hija de Juan Ponce de León (Regidor de Utrera) y Dª Teresa Magdalena de Guzmán. Hijos: Francisco (1759), Manuel (1761), Juan Manuel (1764), Josefa (1765), Joaquín (1766), Ignacio (1768), Luis (1769) y Miguel (1774).
(1.2.8.1.1.).- Francisco Cavaleri Ponce de León (bº Igl. Salvador, Sevilla, 1.IV.1759). Que sigue.
(1.2.8.1.2.).- Manuel Cavaleri Ponce de León (bº Igl. Salvador, Sevilla, 29.XI.1761). Medio Racionero y Canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla (1790), Juez Oficial, Juez Apostólico y Vicario General del Arzobispado de Sevilla, Capellán de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla (1794).
(1.2.8.1.3.).- Juan Manuel Cavaleri Ponce de León (bº Igl. Salvador, Sevilla, 21.V.1764). Guardiamarina (1779), Alférez de Fragata y de Navío (1790).
(1.2.8.1.4.),- Josefa Cavaleri Ponce de León (bº Igl. Salvador, Sevilla, 21.VII.1765).
(1.2.8.1.5.).- Joaquín Cavaleri Ponce de León (bº Igl. Salvador, Sevilla, 18.XI.1766).
(1.2.8.1.6.).- Ignacio Cavaleri Ponce de León (bº Igl. Salvador, Sevilla, 5.VII.1768).
(1.2.8.1.7.).- Luis Cavaleri Ponce de León (bº Igl. Salvador, Sevilla, 6.XI.1769). Guardiamarina (1783), Alférez y Teniente de Fragata (1790 y 1797). Se casó con Dª Manuela Risel y Santa Cruz (nat. La Habana).
(1.2.8.1.8.).- Miguel Cavaleri Ponce de León (nat. Sevilla 1774). Guardiamarina (1790).
(1.2.8.1.1.).- Francisco Cavaleri Ponce de León (bº Igl. Salvador, Sevilla, 1.IV.1759). Maestrante de Sevilla (1783). Se casó el 9 se septiembre en la Iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Encarnación de Constantina (Sevilla), con María Antonia de Aranda Maldonado Cabrera, hija de Basilio de Arana y Rosalía Maldonado de Cabrera y Mantilla).
(1.2.8.1.1.1.).- Joaquín Cavaleri y Arana (bº Cantillana). Que sigue.
(1.2.8.1.1.2.).- Francisco Cavaleri y Arana. Maestrante de Sevilla (1814), Teniente Coronel de Infantería.
(1.2.8.1.1.3.).- Juan José Cavaleri y Arana (bº Cantillana, 1783).
(1.2.8.1.1.4.).- Basilio Cavaleri y Arana
(1.2.8.1.1.5.).- Manuel Cavaleri y Arana
(1.2.8.1.1.6.).- Manuel Francisco Cavaleri y Arana
(1.2.8.1.1.1.).- Joaquín Cavaleri y Arana (bº Cantillana). Se casó el 6 de junio de 1804, en la Iglesia de San Andrés (Sevilla), con Antonia María de Pineda Araoz (bº Igl. San Martín, Sevilla, 16.XII.1789), VI Condesa de Villapineda, hija de D. Francisco Pineda y Angulo (V Conde de Villapineda) y Antonia de Araoz Barreda. Hijos: Francisco, Cavaleri y María del Carmen.
(1.2.8.1.1.1.1.).- Francisco Cavaleri y Pineda (bº Iglª Salvador, Sevilla, 23.VIII.1806 – m. 1851). VII Conde de Villapineda (desde 1851), Caballero Maestrante de Sevilla (1829). Se casó el 6 de junio de 1830, en la iglesia del Sagrario (Sevilla), con Manuela Maestre Osorno (natural del Ferrol). Hijos: Joaquín (1831), José María, Antonia, María del Carmen Cavaleri y Maestre.
(1.2.8.1.1.1.2.).- José María Cavaleri y Pineda (bº Guadalcalnal, 26.V.1833 – m. Sevilla, 24.III.1901)). Cabº Maestrante de Sevilla (1852), IX Conde de Villapineda. Se casó el 8 de enero de 1862, en la iglesia de S. Vicente (Sevilla), con Sofía Echarte Valmaseda. Hijos: Mª del Carmen (bº Iglª San Miguel, Sevilla, 1863), Manuela (Idem, 1865), Matilde (Idem, 1867), María (Idem, 1869), Joaquín (Idem, 1871), Manuel (Idem, 1874), Francisca Javiera (Idem, 1875), Joaquín (Idem, 1878; X conde de Villapineda) y Manuel (Idem, 1879).
(1.2.8.1.1.1.3.).- Antonia Cavaleri y Maestre (m. 1917).
(1.2.8.1.1.1.4.).- María del Carmen Cavaleri y Pineda (bº Iglª Salvador, Sevilla, 22.IX.1805).
5.2.- Documental.
Fragmento del inventario de bienes de D. Juan Bautista Cavaleri y su mujer, donde se describe la “Hacienda Cavaleri”. Archivo Histórico Provincial de Sevilla. Protocolos Notariales de Sevilla. Oficio 5. Libro único. Año 1704. Legajo 3772. Folios 665-681.
[Fol. 674 r.].- “Estando en el lugar de San Juan de Alfarache que es cerca de la Ciudad de Sevilla en siete días del mes de septiembre deste dicho año de mil setecientos y cuatro. En la Heredad que allí tiene el dicho Veinticuatro D. Juan Bautista Cavaleri como tal Albacea de la dicha su mujer y con intervención del dicho Padre y curador de menores hizo inventario de todo lo que se compone dicha heredad y ay en ella que todo ello es en la forma siguiente:
[Fol. 674 v.].- Primeramente la Casa Principal de dicha Heredad con dos Atarazanas y una Bodega para vino y dos almacenes para aceite con sus tinajas y lagar con su viga corriente y molino de moler aceituna con su viga también corriente alfarxe y piedra de moler y troxes para echar la aceituna y Caballeriza y Cochera con su oratorio con la advocación de ntra. Sra. de Guadalupe la cual dicha Casa Lagar y Molino todo ello esta incorporado y debajo de una linde y cerca en dicho lugar de San Juan de Alfarache entre los dos caminos que de dicho lugar salen para Mairena y Tomares. Con su huerta de hortaliza y frutales.
Ytem, la dicha Heredad se compone de hasta cuarenta aranzadas de viña que oy esta la mayor parte de ellas puestas de estacada de olivos. Y de cincuenta y cinco aranzadas de olivar grande y estacadas en diferentes pedazos y de cuatro aranzadas de tierra plantadas de garrotal y moreras.
Ytem, hay en la dicha bodega setenta y cinco tinajas, las cincuenta y ocho grandes y las diez y siete pequeñas y las tres de las grandes con vino dañado y todas las demás vacías.
Ytem, hay en las dichas dos Atarazanas y Bodega ciento y setenta y seis toneles, y sesenta y ocho pipas, y ochenta y dos barriles y en toda la dicha vasija referida hay siete mil y doscientas arrobas de vino de la cosecha del año pasado de mil setecientos
[Fol. 675 r.]
y tres y trescientos y cincuenta arrobas de aguardiente y trescientos y noventa arrobas más de aguardiente en ciento y noventa (…) de a doce frascos.
Ytem en los dichos dos almacenes de aceite ay cincuenta y dos tinajas enterradas con trescientas y veinte arrobas de aceite.
Ytem hasta cuarenta arrobas de vinagre en tres tinajas que están en un corral al sol.
Ytem, una caldera de cocer arrope de cabida de ciento y diez arrobas.
Ytem, otra caldera del molino de aceite de cabida de treinta arrobas.
Ytem, otra caldera de azofar para calentar agua de cabida de siete a ocho arrobas.
Ytem, otra caldera para hacer aguardiente de cabida de cuarenta arrobas con su culebra.
Ytem, un embudo de cobre grande y otro pequeño, dos azarcones de cobre para vino y aceite, tres peroles de cobre para lagar y molino y una medida de media arroba de lo mismo.
Ytem, diez y siete tinas, seis galletas, un fenil.
Ytem, quinientas botijas esteradas de cabida de arroba y cuarta para vino.
[Fol. 675 v.]
Ytem, seis azadones morenos y tres blancos y una hacha y un calabozo.
Ytem, cuatrocientas arrobas de zumaque.
Ytem, como treinta fanegas de trigo.
Ytem, cinco fanegas de garbanzos.
Ytem, treinta y cinco fanegas de cebada.
En el oratorio un lienzo de Nuestra Señora de Guadalupe de Indias con su moldura de rosario dorada. Cáliz y patena de plata. Misal. Atril. Y seis blandoncillos de madera. Alba de lienzo ordinario con puntas de la tierra y manteles del mismo género. Casulla, estola y manípulo de raso. Frontal de lo mismo. Corporales y bolsa de dicho raso.
Ytem, dos camas de viento con su lienzo.
Ytem, quince sillas muy viejas y cuatro taburetes también muy viejos.
Ytem, cinco colchones con sus lanas usados y siete almohadas de lienzo listado con su lana usadas.
Ytem, dos cobertores, el uno de pelo colorado y el otro de catalufa usados.
Ytem, dos tarimas de pino.
Ytem, dos bufetes de caoba el uno grande y el otro
[Fol. 676 r.]
pequeño, y una mesa de pino. Y un bufete viejo también de pino.
Ytem, seis fundas de almohadas blancas y seis sabanas de ordinario. Y dos toallas. Dos tablas de manteles maestro, servilletas y todo ello muy usado.
Ytem, catorce platillos de peltre. Dos platones. (…) y un salero. Y cuatro cucharas todo de dicho peltre.
Ytem, dos yeguas la una vieja y manca. Y cuatro crías las dos machos y las dos hembras. Y una borrica vieja.
Ytem, una caja de cedro de cinco cuartas.
Ytem, la cantidad de mosto y aceite que procediere asi de las viñas como de los dichos olivares desta próxima cosecha.
Ytem, el dicho Veinticuatro don Juan Bautista Cavaleri declara tiene dado a diferentes dueños de viñas, doce mil ciento y diez y ocho reales de vellón a pagar en mosto desta próxima cosecha.
De todo lo cual que dicho es, se compone dicha heredad que ay en ella y de los dichos frutos que como es dicho al presente ay en ella y demás bienes aquí inventariados”.
5.3.- Ilustraciones.
Firma de Juan Bautista Cavaleri en su testamento de 1707.
Fuente: AHPSe. PNS. Oficio 5. Libro único. Año 1707. Legajo 3775. Folio 333 v.
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