lunes, 10 de diciembre de 2012

Nicolás Salas, periodista y escritor: "Franco a Sevilla no la podía ver, sólo se volcó con el canal Sevilla-Bonanza"

Nicolás Salas, periodista y escritor:  

"Franco a Sevilla no la podía ver, sólo se volcó con el canal Sevilla-Bonanza"

http://www.diariodesevilla.es/article/sevilla/1416693/franco/sevilla/no/la/podia/ver/solo/se/volco/con/canal/sevillabonanza.html

Su libro sobre Queipo de Llano es el quincuagésimo en la bibliografía de Nicolás Salas. El guión inicial del plan de Mola era entrar por Málaga, donde Queipo mandó a su familia "a una ratonera".

Francisco Correal, 10.12.2012
 
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Cinco hijos. Seis nietos. Cincuenta libros. El último, Quién fue Gonzalo Queipo de Llano y Sierra (Abec editores). Nicolás Jesús Salas (Valencia, 1933). Desde marzo de 1934, vecino de Sevilla. Periodista. Vivió la guerra en Santa Rufina, 39. Su único contacto con Queipo es que fue a su entierro en 1951. "Llovió una barbaridad".

-¿Cuánto tiempo le dedicó?
-Lo empecé en 1986, pero su hijo, Gonzalo Queipo de Llano y Martí, me pidió que no lo publicara mientras él viviera. Se murió con 96 años y cumplí mi palabra.

-La clave es que nadie contaba con Sevilla para el 18 de julio...
-Sevilla en el 36 era una mancha roja en España. Para ser gobernador civil en Madrid o Barcelona, antes había que haberlo sido gobernador de Sevilla. Tuvo 16 gobernadores civiles en tres años.

-¿Qué distinguía a Sevilla?
-Por un lado, una población de dos tercios de obreros sin trabajo tras el fin de la Exposición del 29; por otro, la religiosidad popular.

-¿Por eso hacen en la Semana Santa del 32 el IV Congreso del Partido Comunista en Sevilla?
-Fue totalmente premeditado. Pepe Díaz decía que una cosa era la Iglesia, el opio del pueblo, y otra muy distinta su hermandad.

-Dos días después del 18 de julio muere Sanjurjo en accidente de aviación. Meses después, Mola.
-La gran esperanza de Queipo era Sanjurjo. El único que lo valoraba y cotizaba. Los demás no lo querían ni a tiros, por eso lo mandan a Sevilla, para que se estrelle, aunque él había pedido Valladolid.

-De todos aquellos generales, era el más veterano...
-Cuando estalla el conflicto, tiene 61 años. La esperanza de vida en 1936 era de 35,4 años. Queipo estaba fuera de edad, gravemente enfermo. Con dos guerras en su palmarés, la de Cuba y la de Marruecos. ¿Cómo eran los militares de su generación? Unos salvajes. Es un militar del XIX.

-¿Cuándo se convierte en tabú?
-La izquierda no le perdona que la venciera, pero lo de la derecha sevillana es imperdonable. Se aparcó un proyecto de estatua de Queipo. El modelo de Pérez Comendador se quedó en Roma.

-Su hija Ernestina se casó con un hijo de Alcalá Zamora. ¿Un intento de unir las dos Españas?
-Queipo era republicano. La República conservadora y liberal que sale el 14 de abril dura exactamente 24 horas en Sevilla. Al día siguiente se convierte en una República soviética.

-¿El plan de los rebeldes era triunfar en Madrid y Barcelona?
-Queipo discrepaba de Franco: no era partidario de retrasar la toma de Madrid para salvar Toledo.

-Dice que, en tres días, el plan de Queipo peligró 18 veces...
-Nunca ha ocurrido algo parecido. Para que fracasara, había bastado con que el Estado Mayor oyera la advertencia del almirante Buiza Fernández Palacios, sevillano, sabedor de los medios de Queipo y partidario de tomar Granada y Sevilla. O que no se hubiera producido la intervención providencial del hijo del guarda del embalse de Cala que pensaban volar el mismo 18 de julio. Habría soltado cuatro o cinco veces más agua que la riada del Tamarguillo.

-¿Qué es lo que más le sorprendería a un lector extranjero?
-Que por primera vez en una guerra se fusilaba una taberna, Casa Cornelio, en el Moscú sevillano.

-¿Y se estigmatiza una ciudad?
-Franco le dio la laureada a Valladolid y se la negó a Sevilla; fue una venganza hacia Queipo. Franco a Sevilla no la podía ver. Sólo se volcó de corazón con el canal Sevilla-Bonanza.

-En su libro de Queipo aparece una palabra actual: desahucios...
-Hizo una labor social impresionante. Hizo casas para las familias de los soldados que murieron en el frente. Están en Los Remedios, en la Macarena, en media Sevilla. Consigue que se cree Hytasa, la siembra de arroz en la Marisma.

-¿Se sobrepuso al fracaso de la sanjurjada de 1932?
-Es que nadie se la quería jugar por segunda vez.

-Martínez Barrio y Lluís Companys visitaron la Feria de 1936...
-Los falangistas tenían que entrar en los casinos de Sierpes el día 18 porque la gente seguía jugando.

-¿Cuántos libros en su libro?
-La guerra civil superó a Napoleón como el episodio histórico más bibliografiado. Y un tercio no se ha publicado. Tesis, memorias.

-¿Por qué lo destierra Franco?


-Por otro 18 de julio, de 1939. Por decir en el Ayuntamiento de Sevilla que Andalucía salvó a España en la guerra. Franco le da a elegir entre Buenos Aires y Roma.

-¿Por dónde vuelve Queipo?
-Viene a Málaga. Donde había llevado a su familia, los metió en la ratonera. La ciudad estuvo fiel a la República y desbarató los planes de ser puerta a las tropas de África. Ese papel lo ocupó Sevilla, con Tablada eje del primer puente aéreo. Sevilla fue la clave para el avituallamiento. Los soldados no tenían ni qué comer ni munición. De la Pirotécnica de Sevilla, a tres turnos, salen un millón de cartuchos diarios. El 80 por ciento del personal eran mujeres. Las mejores pirotécnicas de Europa.

-¿Un personaje de novela?
-Elena Medina. Se fue de Sevilla por ser madre soltera. Tuvo un hijo de un hermano del cardenal Herrera Oria. La conocí en Madrid, tenía un estanco en la Castellana. Era linotipista de El Debate y fue correo entre Mola y Yagüe.

-Queipo, Martínez Barrio, José Díaz. ¿Ciudad de contrastes?
-Y hervidero de grandes hombres. La calle para José Díaz se la propuse yo al Ayuntamiento. Igual que su amigo Saturnino Barneto, más que comunistas eran anarquistas puros, entre San Francisco de Asís y Bakunin. Un anarquismo del XIX. Han sido denigrados por la historia.

-¿Y después de Queipo?
-Voy a escribir un libro sobre la cobardía de la derecha sevillana.

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