domingo, 3 de febrero de 2013

¡ A galeras, a remar !

ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE SEVILLA. 

                         El documento del mes: Febrero 2013                                     

¡ A galeras, a remar !

http://www.juntadeandalucia.es/cultura/archivos/web_es/contenido?id=5ca067ed-6937-11e2-90d9-000ae4865a5f&idActivo=&idContArch=02cd09d5-57e2-11dd-ba1f-31450f5b9dd5&idArchivo=d9f0f1ac-58a4-11dd-b44b-31450f5b9dd5

 

http://www.juntadeandalucia.es/cultura/archivos_html/sites/default/contenidos/archivos/ahpsevilla/documentos/Real_Cedula.pdf


galeras

            Código de referencia: ES 41003 
AHPSE 3.1.1. Celomar, 23834-P
Título: Real Cédula por la que Felipe IV da poder a Luis Ramírez de Arellano, alcalde del crimen de la Chancillería de Granada, para reclutar a esclavos , moros, turcos y gitanos para enviarlos a galeras.
Fecha: 1639, abril, 12. Sevilla
Nivel de descripción: Unidad documental simple.
Reglas o convenciones: ISAD (G), NEDA
Nota del archivero: Mª Carmen Díaz Castillo






La galera, dela Dios a quien la quiera”


Este mes de febrero dedicamos nuestro documento a las galeras. En la Real Cédula que os presentamos, el rey Felipe IV, preocupado por la falta de “chusma” que compone sus galeras, insta al alcalde del crimen Luis de Arellano a reclutar, tras la pertinente consulta a ministros y teólogos, a esclavos ,moros, gitanos y turcos. Estos serían enviados a los puertos de Málaga, Puerto de Santa María y Cartagena, donde les esperarían las galeras para embarcar, con el objeto de servir a la Corona y al mismo tiempo “limpiar mis Reynos de este genero digente que es de tanto perjuicio...”


La pena de galeras era un castigo que se imponía a ciertos delincuentes y que consistía en remar en las galeras del rey. Se imponía a aquellos que habían cometido delitos denigrantes o  reincidentes que no podían hacer prever la rehabilitación del condenado (según la teoría de la pena vigente en la época).

Los hombres condenados a las galeras eran denominados galeotes, y como norma se asignaban cinco hombres para bogar en cada remo. La gente de remo o chusma estaba formada por condenados por sentencia judicial o esclavos turcos y berberiscos, aunque también hubo remeros voluntarios o buenas boyas que solían ser galeotes que, una vez cumplida su condena e incapaces de encontrar otro trabajo, volvían a la boga a cambio de una paga. A los galeotes se les afeitaba la cabeza para que fueran identificables en caso de fuga, aunque a los musulmanes se les permitía llevar un mechón de pelo, ya que según su creencia, al morir Dios les asiría del pelo para llevarlos al Paraíso. Debido al esfuerzo requerido en este trabajo, era considerada estrictamente una pena masculina y no hay casos documentados de que se haya aplicado a mujeres. También podían ser integrantes de etnias estigmatizadas en la sociedad, reclusos sobrantes en cárceles con mucho hacinamiento, enemigos, algunos nobles caídos en desgracia ante el gobernante o simplemente por motivos de reclutamiento forzado en casos de guerra naval.

La ración diaria de alimentos suministrados a los galeotes consistía en dos platos de potaje de habas o garbanzos, medio quintal de bizcocho (pan horneado dos veces) y unos dos litros de agua. A los buenos boyas se les añadía algo de tocino y vino. Cuando se exigía un esfuerzo suplementario en la boga dura por el estado del mar o en vísperas de batalla, se daban raciones extra de legumbres, aceite, vino y agua.

En una galera corriente la chusma estaba formada por unos 250 galeotes, a los que se le sumaba la gente de cabo, dividida a su vez en gente de mar y gente de guerra. La gente de mar eran marinos encargados de gobernar la nave y artilleros encargados de manejar las piezas de a bordo, incluidos entre la gente de mar y no de guerra. Estos últimos eran soldados y arcabuceros mandados por capitanes y por nobles e hidalgos, cuya misión era el combate.

Replica Galera Real Museo Maritimo Barcelona 

 Unas de las más famosas galeras españolas fue “La Real”, construida en Barcelona. Fue la mayor galera de su tiempo y el buque insignia de Don Juan de Austria en la Batalla de Lepanto de 1571, la mayor batalla de la historia entre galeras, en la cual la flota de la Liga Santa, la alianza de las potencias cristianas del Mediterráneo, derrotó a la flota del Imperio otomano bajo el mando de Alí Pachá. Aunque se construyó en Barcelona, la hechura de la decoración de la popa se encomienda al entallador sevillano Bautista Vázquez, que realiza el programa iconográfico siguiendo las condiciones estipuladas en el contrato fechado en 1569, el cual conservamos en el Archivo Histórico Provincial de Sevilla. Por la elección de sus historias, de los emblemas y las divisas, el buque se convirtió en el espejo de virtudes de un buen gobierno cristiano –más que las de un buen Capitán– y en una puesta en escena anunciadora de su victoria.

Cuando se extinguió la escuadra de galeras, se ordenó por pragmática de 12 de marzo de 1771 que los reos que hubieran sido condenados a la pena de galeras fuesen destinados a los arsenales de Ferrol, Cádiz y Cartagena, de modo que la pena de arsenales vino a sustituir a la de galeras.


Referencias en la literatura y en el cine


  • En El Quijote, el protagonista libera a una docena de condenados a galeras en una de sus aventuras por los caminos de La Mancha: “...y que así como Sancho los vido dixo: esta es cadena de galeotes, gente forzada del Rey, que va a galeras. ¿Como gente forzada? preguntó Don Quixote: ¿es posible que el Rey haga fuerza á ninguna gente?
     
  • En la película Ben -Hur, el protagonista, Judá Ben-Hur, pasa tres años remando en una galera romana. "Ahora escuchadme, galeotes: a todos vosotros se os condenó. Os mantenemos vivos para servir esta nave. Por lo tanto remad, y vivid"
     

  • En la novela "Corsarios de Levante", de Arturo Pérez Reverte, donde Diego Alatriste e Iñigo Balboa recorren el Mediterráneo a bordo de una galera.
     
  • Igualmente en el largometraje Alatriste, Íñigo Balboa es condenado a galeras por haber espiado para la corona francesa.
     

Bibliografía: 

-Rodríguez Amos, Luis. La pena de galeras en la España Moderna. Estudios Penales, libro homenaje al profesor Antón Oneca, Salamanca, 1982
 

-Temprano, Emilio . El mar maldito. Mondadori. 1989
 

-Marañón, Gregorio. La vida en las galeras en tiempos de Felipe II. Ars Medica. Revista de Humanidades. 2005
 

-Marchena Giménez, José Manuel. La vida y los hombres de las galeras de España (Siglos XVI-XVII). Madrid. 2010
 

-Martínez Martínez, Manuel, Los forzados de marina en la España del siglo XVIII (1700-1775), Almería, 2011. 

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