miércoles, 25 de mayo de 2016

“Cervantes y Andalucía. Comisario al Servicio de Su Majestad (XXIII Jornadas de Perfeccionamiento (Andalucía y América en el Barroco. Entre lo sagrado y lo profano - HESPÉRIDES)

“Cervantes y Andalucía. 

Comisario al Servicio de Su Majestad”.

Valeriano Sánchez Ramos – José Cabello Núñez – Julio Mayo Rodríguez
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Francisco Javier Gutiérrez Núñez (compilación)


Texto publicado en la REVISTA HESPÉRIDES - 2016


En el marco de las XXIII Jornadas de Perfeccionamiento (Andalucía y América en el Barroco. Entre lo sagrado y lo profano), celebradas en Écija y Fuentes de Andalucía, el pasado noviembre 2015, tuvo lugar una Mesa Redonda titulada “Cervantes y Andalucía. Comisario al Servicio de Su Majestad”. La razón de ser de ella, era “hacerle un guiño” a la efeméride de la publicación en el año 1615 de la Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, en la imprenta de Juan de la Cuesta (Madrid).

D. Valeriano Sánchez Ramos, destacado investigador del Reinado de Felipe II y Delegado de HESPÉRIDES por Almería, intervino en primer lugar. Abordó la importancia que tuvo para Cervantes y el "mundo cervantino" el ámbito y la cultura de la Andalucía oriental, representada por el Reino de Granada. Los conocimientos que tenía Cervantes sobre la sociedad morisca, son patentes en la obra quijotesca con el famoso "Morisco Ricote". Y ello también lo reflejó en su posterior producción novelesca. Se ha comentado que le provenía de su participación en Lepanto y de haber sido prisionero de las cárceles norteafricanas. 

El profesor Sánchez Ramos puso de manifiesto que este conocimiento de la problemática morisca provenía, no sólo por su presencia física en el Valle almeriense del Almanzora en la década de 1590 como Comisario, sino porque mucho de lo que sabía del alzamiento morisco lo escuchó de boca de muchos de sus compañeros de los Tercios, tal y como se refleja en algunos pasajes del propio Quijote. No hay que olvidar que Cervantes embarcó en la galera Marquesa, al mando de Miguel de Moncada, en la compañía del Capitán Urbina, dos personajes que están perfectamente documentados con su participación en la represión del alzamiento alpujarreño con los tercios.


Por otro lado valoró muy positivamente la importancia de la historia local, fundamental para desvelar la multitud de matices que la obra cervantina tiene y que sigue sorprendiendo por su riqueza de matices en la pluralidad de escenarios -geográficos y humanos- que conoció y en los que participó. Mucho más allá de las precisiones de la cultura manchega que a veces con demasiada insistencia se marcan, Andalucía y el mundo andaluz subrayó mucho su personalidad y su obra. Ese "mundo cervantino" al que se refirió en el inicio de su intervención.

D. José Cabello Núñez, Archivero Municipal de La Puebla de Cazalla (Sevilla) e Investigador local intervino en segundo lugar. En los últimos años ha rastreado el paso de Cervantes por Sevilla y su Reino. En su haber se cuenta el hallazgo y posterior publicación entre los años 2014 y 2015 de seis nuevos documentos cervantinos hasta entonces inéditos, indagando en los Protocolos Notariales de La Puebla de Cazalla y Sevilla capital, así como en el Archivo General de Indias.


Una documentación que ha permitido documentar la presencia de Miguel de Cervantes en diversos lugares de la provincia de Sevilla ejerciendo su labor como Comisario Real de abastos entre el 21 de febrero y el 28 de abril del año 1593, sirviendo a la Corona para el abastecimiento de los galeones de la Flota de la Carrera de las Indias. Hasta ahora se desconocía el paradero y actividad de Cervantes en dicho periodo de tiempo, así como su vinculación y relación con el proveedor general Cristóbal de Barros y con la bizcochera sevillana doña Magdalena Enríquez. Ambos han podido ser agregados a la relación de personas que forman parte de la biografía de Cervantes.

Durante su intervención, José Cabello expuso someramente el contenido de los citados documentos y dio a conocer el descubrimiento por su parte de otros también inéditos, entre ellos la carta de pago otorgada por doña Magdalena Enríquez el 28 de marzo de 1594, de haber percibido en nombre de Miguel de Cervantes el salario que a éste le adeudaba la Casa de la Contratación de Sevilla por su labor como Comisario Real de abastos en la referida comisión de 1593. Mostró otros testimonios de diversa índole que pueden confirmar la relación de amistad de Cervantes con doña Magdalena Enríquez, próspera comerciante y dueña de hornos de bizcocho, y de ésta a su vez con Tomás Gutiérrez, cómico, amigo personal y protector de Cervantes, con quien compartía vecindad en la calle Bayona de Sevilla.

Por último puso de relieve posibles relaciones con otros bizcocheros, Comisarios de abastos, mercaderes, capitanes de navío, maestres de la plata, oficiales de la Casa de la Contratación y otras personas del mundo del comercio, de las finanzas y del teatro; cuyos nombres figuran en dichos documentos y con los cuales probablemente Cervantes hubo de tener algún que otro trato profesional o personal durante su prolongada estancia en la capital hispalense.

La intervención final estuvo a cargo de D. Julio Mayo Rodríguez, Archivero Municipal de Los Palacios y Villafranca y también Investigador Local, que ha desarrollado estudios sobre la importancia histórica de Utrera a lo largo de la Edad Moderna. En su exposición comentó que hasta la fecha, son escasos los documentos firmados por el mismísimo Miguel de Cervantes que prueban su estancia personal en muchos de los pueblos de Sevilla, así como buena parte de Andalucía occidental y oriental.

En el cumplimiento de su cometido como Comisario Real, dejó rastro de su actividad administrativa, requisando trigo y víveres para abastecer a los soldados y embarcaciones de la Armada española. A lo largo del 2015, localizó un documento que situó al escritor en un mesón de Utrera, otorgándole poderes a un arriero para que, en su nombre, cumpliera con el encargo de portear cantidades de trigo a varios pueblos de la campiña.

De su mismo puño y letra dejó don Miguel estampada su rúbrica en una escritura notarial que según Mayo Rodríguez, tras analizarla pormenorizadamente, ayuda a valorar una serie de detalles concernientes a su oficio de Comisario Real. Un documento que desvela la identidad de diversos integrantes de la amplia red de colaboradores de la que tuvo que valerse para poder operar por tantísimos lugares, dentro de un ámbito geográfico extensísimo.


Gracias a otros documentos suscritos por el propio Cervantes en Sevilla sabemos que nunca abandonó su vocación de escritor y que se acostumbró, en aquellos años que deambulaba por Andalucía de pueblo en pueblo, a mantener su medio de vida intelectual en el reposo de un mesón, y no en el despacho de una oficina. Este nuevo documento se incorpora así al repertorio documental cervantino, el cual ayudará a comprender mejor la dimensión de un personaje que tuvo la gran habilidad de simultanear el oficio de Comisario con su pasión de escribir comedias y novelas.

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