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Las estancias 'ocultas' de la Caridad
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La hermandad fundada por Miguel Mañara abre al público las estancias altas del hospital, que albergan una rica pinacoteca y ayudan a comprender mejor la idiosincrasia y fines de esta institución sevillana.
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L. S. M., 10.10.2010.
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Son un claro exponente de esa mezcla de austeridad y elegancia que caracteriza a las viejas instituciones de la ciudad. Las estancias altas del hospital de la Caridad, uno de los edificios más singulares del patrimonio histórico sevillano, han permanecido durante siglos ocultas para el público en general, como un sancta sanctorum donde la hermandad fundada por Miguel Mañara celebra cabildos y acumula una pinacoteca importante y una biblioteca formada por volúmenes antiguos y modernos.
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Ahora, la hermandad ha decidido incluir estas dependencias en la visita turística al hospital. Eso sí, sólo para grupos cerrados con un mínimo de ocho personas que deben concertar por teléfono la visita (954 21 29 51). El módico precio es de 10 euros y en él se incluye una visita guiada por Marisa Caballero-Infante (la responsable técnica de los asuntos turísticos y culturales de la hermandad), que explica en poco más de una hora y media un recorrido que incluye las estancias bajas y altas del edificio. Los fondos recaudados, como todos los de la Caridad, son destinados integramente a la ingente labor social de la hermandad y al mantenimiento del edificio.
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Así, al circuito formado por los patios principales, la sala de cabildos baja, el patio de los rosales y la Iglesia de San Jorge (todas en el piso bajo), se le suman ahora con esta fórmula la galería alta, la biblioteca, la sala de cabildos alta y el coro de la iglesia, una visita que no dejará indiferente a los amantes del patrimonio artístico e inmaterial de Sevilla.
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El nuevo circuito comienza en la escalera que se encuentra a la derecha del patio principal (tal como se entra en el hospital), en cuyo cajón ya se topa el visitante con obras de Herrera el Viejo y Alonso Cano. Por esta escalera se accede a la galería alta, un pasillo de suelo de barro antiguo y paredes encaladas que, iluminado generosamente por la luz del patio, alberga una amplia colección de cuadros de gran interés, algunos de los cuales se pudieron ver en la reciente exposición sobre Miguel de Mañara que se celebró en el hospital recientemente.
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Desde esta galería se puede acceder a las estancias altas. La primera es una biblioteca en la que se albergan libros antiguos y modernos y que, como curiosidad principal, alberga una colección de ediciones del Quijote, con ejemplares del siglo XVII o traducidos al japonés.
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Quizás la estancia más interesante es la llamada sala de cabildos alta, donde se encuentra el misterioso conjunto de pinturas con escenas bíblicas de Miguel Luna. Este pintor es un auténtico enigma para la historia del arte. Se presume que fue de origen flamenco, pero poco más. No se conocen otras pinturas de su mano que las que alberga esta sala, donde también se guarda la antigua parihuela en la que se trasladaba a los enfermos.
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El recorrido culmina en el coro de la iglesia, desde el que se disfruta de una perspectiva privilegiada del templo y, en especial, del retablo de Roldán. Además, se puede observar de cerca el gran cuadro de Valdés Leal que representa la Entrada en Jerusalén de la Santa Cruz.
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Las visitas hay que concertarlas con, al menos, un día de antelación, de lunes a viernes.
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