Napoleón era caucásico
Análisis de su ADN echan por tierra la teoría de que el emperador francés tenía orígenes árabes
EFE
/ ABC.ES/ París, 16 de enero de 2012
Nuevos
análisis de ADN establecen que los orígenes del emperador Napoleón
I eran caucásicos y no árabes, como se especulaba hasta ahora, según las investigaciones
del profesor Gérard Lucotte publicadas hoy en la prensa francesa.
A partir de varios cabellos que
pertenecieron a las patillas de Napoleón, avalados por haber aparecido junto
con un relicario que perteneció al fundador del Museo del Louvre, Dominique Vivant-Denon, el genetista pudo
aislar el perfil del cromosoma Y de Napoleón, informa Le Figaro.
Se trata del mapa genético masculino del
emperador Bonaparte, nacido en Córcega y de quien se creía que podía tener
orígenes árabes pues se le conocía un vínculo familiar con el mercenario del
siglo XV al que llamaban «Il Moro di Sarzana», originario de una ciudad mediterránea
recurrentemente atacada por los sarracenos.
Efectivamente, el «haplogrupo» del ADN
analizado, que sirve para definir la historia de los ancestros de una persona,
coincide con un tipo extraño y llamado Elblbcl que se ha encontrado en el 10 por
ciento de la población de Yemen y Arabia Saudí, según los estudios de Lucotte
publicados en la revista especializada Journal of Mocelular Biology Research.
Cotejo con Charles Napoleón
«Las indicaciones históricas hacían pensar
a los expertos que los ancestros árabes de Napoleón habrían llegado a Europa
durante la expansión del Islam o a través del comercio de mercancías con
Italia», resume Le Figaro.
Sin embargo, Lucotte ha echado por tierra
esa teoría. El genetista tuvo la oportunidad de cotejar cabellos de las
patillas del emperador con el material genético de Charles
Napoleón, descendiente por la parte de Jerónimo Bonaparte, hermano de
Napoleón.
Las marcas del cromosoma Y del
contemporáneo Charles Napoleón y las del emperador que dominó Europa entre los
siglos XVIII y XIX se revelaron idénticas.
«Hemos podido determinar el «halopgrupo»
sobre un mayor número de marcadores, con mucha más precisión: Napoleón no era
árabe sino caucásico», asegura Lucotte.
Aunque publicados, la comunidad científica
no dará por válidos los resultados hasta que un segundo laboratorio desarrolle
la misma investigación.
Investigar su muerte
No obstante, mientras tanto se abren nuevos
caminos para explorar, como las causas de la muerte de Napoleón,
nunca esclarecida. O aclarar, al menos, si pudo padecer alguna enfermedad
genética.
Detrás de las investigaciones científicas,
escribe Le Figaro, se esconde una nueva tentativa de abrir la tumba de Napoleón en
el Hotel de los Inválidos de París y aclarar si efectivamente allí yacen los
restos del emperador, si se trata del cadáver de otra persona o si el sepulcro
está vacío.
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