Descubriendo el patrimonio de Santa Ana
http://www.abcdesevilla.es/20120730/sevilla/sevi-santa-triana-201207292158.html
La Real parroquia cobija una de las mejores colecciones de pintura de Sevilla, encabezadas por las tablas de Campaña
Al
final de la calle Larga, esa calle Pureza tantas veces recorrida por los
trianeros, se alza la iglesia
más antigua de la reconquistada Sevilla, que mira al río con
el orgullo de sus casi setecientos cincuenta años. Santa Ana, levantada en 1266 por Alfonso X el Sabio
en honor de la Madre de la Virgen María en agradecimiento por su curación de
una enfermedad ocular, es uno de esos grandes templos que merece la pena visitar con detenimiento
porque nos abrirá las puertas de su historia, de su patrimonio, sus recuerdos y
sus leyendas, unidos a la génesis de la propia ciudad y del arrabal.
La más espectacular y valiosa atracción artística de la iglesia es el conjunto de las quince tablas renacentistas que Pedro de Campaña, el pintor más afamado que vivió en la cosmopolita Sevilla del siglo XVI y uno de los más importante del Renacimiento español, concibió para el retablo de la capilla mayor, recreando la vida cotidiana de la Virgen María, San Joaquín y Santa Ana. Lucen en todo su esplendor tras la restauraciónrealizada por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico entre 2008 y 2010.
En el centro destaca el camarín con el
grupo escultórico de Santa Ana,
la Virgen y el Niño, de estilo fernandino. Las dos primeras
corresponden al siglo XIII mientras que el es Niño de factura contemporánea.
Raúl Doblado.-
A la izquierda del retablo, en la Nave de la Epístola, se encuentra la Capilla del Calvario, en cuya cúpula podemos ver pinturas al temple de Domingo Martínez. El espacio, que da paso a la Sacristía está presidido por el Cristo del Socorro, de 1620, atribuido a Andrés de Ocampo. Allí también podemos fijarnos en un gran pergamino enmarcado del siglo XIX con la transcripción del cronicón original de la fundación de la iglesia en 1266.
Partiendo de esta capilla se comprueba
que, añadidas a las magníficas tablas de Campaña, hay unvalioso fondo pictóricoen Santa Ana que la convierte en poseedora de la
mejore colección de pinturas después de la Catedral. Un Resucitado de Alfonso
Vázquez; una Maternidad, de Juan de Zamora; o un espléndido díptico del Maestro de Moguer,
con la Adoración de los Reyes y las Santas Justa y Rufina.
Detalles hay miles para admirar en el
templo, como el retablo de las santas alfareras; las capillas de San Cristóbal, San Francisco,
Ánimas del Purgatorio, Divina Pastora, Virgen de la Victoria, San Joaquín,
Madre de Dios del Rosario, la Sacramental... y no se pierdan la lauda sepulcral de Íñigo López, de 1503,
primera obra que el ceramista Niculoso
Pisano hizo en Sevilla, que aparece enrejada para evitar las
patadas de las jóvenes casaderas.
No dejen de visitar la cripta-museo, donde se exponen enseres
litúrgicos de la parroquia, desde relicarios
a esculturas pasando por una infinidad de objetos religiosos, como cálices,
cruces, viriles, copones, de cobre y plata
También tiene Santa Ana seis maravillosas tablas de Hernando de Esturmio,
pintor holandés también del Renacimiento, quenecesitan ser restauradas,
al igual que otras obras, imágenes y capillas del templo, así como el órgano,
con la estructura mecánica deterioradas. En el exterior, necesitan restauración
la torre y los remates de cerámica, fundamentalmente.
Galería de imágenes.
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