El Palacio Arzobispal de Sevilla muestra sus tesoros pictóricos.

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 El Palacio Arzobispal muestra sus tesoros pictóricos.

La tercera pinacoteca de la ciudad de Sevilla



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A partir del 24 de noviembre el Arzobispado abrirá sus puertas un sábado al mes para que sevillanos y turistas puedan admirar su gran colección pictórica · Sevillana Endesa se ha encargado de iluminar las estancias

Juan Parejo, 27.10.2012

Un compendio de arte e historia sevillana. La vasta colección pictórica del Arzobispado de Sevilla se podrá contemplar a partir del próximo 24 de diciembre. Se trata de la tercera pinacoteca de la ciudad tras el Museo de Bellas Artes y la propia Catedral. Serán cuatro las estancias que se abran al visitante y casi 300 los lienzos que se podrán admirar. Unos cuadros salidos de las manos de grandes maestros como Murillo, Zurbarán, Herrera el Viejo, Pacheco, Juan de Espinal, Juan de Zamora o el propio Velázquez. La colaboración de la Fundación Sevillana Endesa, que ha iluminado las estancias, ha sido fundamental para que la visitas al Palacio Arzobispal se puedan poner en marcha con motivo del Año de la Fe, aunque una vez arranquen no tendrán fecha de caducidad. 




El propio arzobispo Asenjo, un gran entendido y amante del arte, tenía mucho interés en que los sevillanos y los turistas que visiten la ciudad pudieran admirar la importante colección de obras de que atesora el Arzobispado. Antes incluso de acceder a los salones que se visitarán, es imprescindible detenerse en las pinturas que adornan la cúpula de las escaleras monumentales que conducen a la primera planta. Son obra de Juan de Espinal, considerado el mejor pintor sevillano de la segunda mitad del XVIII y uno de las figuras fundamentales de esta pinacoteca.

La primera de las estancias del recorrido cultural es el conocido como Salón Principal o Salón de los Cuadros. De uno de sus testeros cuelga un magnífico lienzo realizado por Murillo: la Virgen entregando el rosario a Santo Domingo. Juan de Espinal tiene un lugar destacado en esta sala con su serie La Pasión; al igual que Juan de Zamora, autor de las pinturas que adornan los techos, "paisajes y escenas bíblicas con un alto contenido catequético y litúrgico", explicó Emilio Gómez Piñol, catedrático emérito de Historia del Arte.

La segunda parada es en el Salón del Trono, un espacio adornado en el siglo XVIII por el cardenal Solís. Dos lienzos de San Isidoro y San Leandro, de Juan de Espinal, destacan entre los retratos del cardenal Amigo Vallejo, Bueno Monreal o el propio arzobispo Asenjo. La siguiente sala es el anteoratorio. Parte de un calvario de Juan de Espinal o Matías de Arteaga cuelgan en un lugar. Desde ahí se podrán ver las yeserías que adornan la estancia interior, una decoración que recuerda a la realizada por los hermanos Borja para la iglesia de Santa María la Blanca.
Del antecomedor, una estancia sobria, Gómez Piñol destacó los dos arcángeles de Juan de Espinal o el importante conjunto de consolas realizadas en el siglo XVIII. Desde ahí se accede a una de las salas más llamativas: la Galería de los Arzobispos. Muy destacados son los techos, "con una temática descriptiva que presenta uno de los primeros bodegones de la pintura española", señaló el catedrático emérito. Una Inmaculada realizada por Cristóbal Gómez den 1589, proveniente de la Colegial del Salvador, llama la atención entre las púrpuras de los prelados hispalenses. Dos de ellos fueron resaltados por Gómez Piñol: el del cardenal Segura, realizado por Alfonso Grosso; y el del cardenal Borja, uno de los pocos dibujos que hay de Diego Velázquez. Este especialista en arte puso especial énfasis en recalcar la importancia que tiene toda la colección pictórica que conserva el Arzobispado, además del propio edificio; y resaltó de manera significativa las obras de Murillo, un lienzo de San Bernardo realizado por Juan de Roelas, que se puede ver en la escalera principal, o los propios de Espinal o Zamora.

Para que las visitas sean una realidad a partir del 24 de noviembre ha sido fundamental el trabajo realizado por la Fundación Sevillana Endesa, que ha renovado toda la instalación y ha iluminado las estancias y las propias obras. En concreto, se han instalado 156 puntos de luz que, además, son eficientes, por lo que el ahorro energético es considerable. El presidente de la fundación, Javier Benjumea, se mostró encantado de poder colaborar una ves más con la Iglesia de Sevilla: "Nos han dado la oportunidad de hacer nuestro trabajo en este maravilloso lugar. La fe es también alumbramiento. La luz que recibimos de Dios para conocer las verdades eternas. Sevillana Endesa está orgullosa de haber sido pionera en poner en práctica la iluminación artística en Andalucía y Extremadura. El primer edificio que iluminamos en 1991 fue la Catedral".

Por su parte, el arzobispo resaltó el doble carácter que van a tener las visitas. Por un lado el cultural: "Es el mejor palacio episcopal de España, la tercera pinacoteca de la ciudad y el conjunto de bienes que conserva es muy rico". Por otro lado, el pastoral: "Los lienzos tienen una visión catequética y evangelizadora. Por eso la visita tendrá ese carácter. Los guías explicarán los cuadros desde un punto de vista catequético. La única vinculación que tienen muchas personas con la Iglesia son estas visitas culturales, por eso vamos a tratar de soplar para avivar esos rescoldos". Asenjo agradeció la colaboración de Sevillana Endesa y se mostró aliviado por haber podido modernizar estas salas que tenían instalaciones muy antiguas: "Era algo que me quitaba el sueño, porque las instalaciones eran muy viejas y obsoletas. Ahora hemos podido instalar todas las medidas de seguridad y contraincendios".

Las visitas, que son gratuitas, se realizarán desde el 24 de noviembre. Serán un sábado al mes, en algunas ocasiones dos, para no interferir en el normal funcionamiento del Arzobispado. Se podrán concertar y reservar en la página web www.archisevilla.org, donde ya se puede consultar el calendario.

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