"No hay ni un masón entre los arquitectos del gótico"
José Luis Corral es catedrático de Historia Medieval de la
Universidad de Zaragoza, fundador y presidente de la Asociación Aragonesa de
Escritores y profesor invitado en universidades españolas e internacionales.
José Joaquín León, 10.11.2012
-¿Por qué se le ocurrió escribir un ensayo
sobre las catedrales góticas?
-Llevaba tiempo procesando datos sobre este
asunto. En mi novela El número de Dios, de 2004, ya hacía referencia a la
construcción de las catedrales de Burgos y León. Hay muchos trabajos de
historia del arte sobre catedrales, pero no una visión de conjunto, una
síntesis.
-¿Cuál es el mayor enigma?
-Lo diría con una pregunta: ¿cómo es posible que
en una época oscura, bárbara, aparecieran unos edificios tan luminosos?
-¿Y la respuesta?
-Se resuelve desmontando esa idea sobre la Edad
Media. Sobre todo en los siglos XII y XIII surgen nuevas corrientes
filosóficas, se recupera la cultura pagana con el neoplatonismo, aparecen
nuevas técnicas constructivas, se desarrolla la sociedad, la mujer desempeña un
papel parecido al del hombre… Todo eso junto. A su vez, eso origina otros
microenigmas.
-¿Cuál es la principal aportación del
gótico?
-Es el arte de la luz. El sentido histórico y
filosófico de la luz. Surge de la idea de que Dios es luz. Se ve desde el
origen en Saint-Denis.
-¿Francia es el principio?
-Sí. Es curioso que el primer arquitecto del
gótico es anónimo, no sabemos su nombre. El abad de Saint-Denis le pide que la
luz entre dentro. Y hay un arquitecto genial que lo consigue con técnicas
adecuadas, para que la luz entre a través de vidrieras, con la bóveda de
crucería, el arco ojival, arbotantes y contrafuertes. Así la luz entra a través
de los muros.
-¿Por qué surge allí?
-Hay elementos tecnológicos ya en Alemania, pero
en Francia se dan tres circunstancias determinantes en torno a la abadía de
Saint-Denis. Primero, que surge la idea de la luz. Segundo, que hay tecnología
para construirla. Tercero, que disponen de rentas y personal para construir. En
los siglos XII y XIII mucha mano de obra del campo se traslada a la ciudad y
pueden trabajar en la construcción.
-En España entra después.
-Cuando en Francia ya llevan 50 años de gótico,
en España aún se construía en románico, como se aprecia en la catedral de
Santiago de Compostela. En España entra precisamente a través del camino de
Santiago, y por las relaciones familiares entre las cortes francesas y la de
Castilla.
-¿Cuáles son las mejores catedrales
góticas?
-Si tuviera que elegir una sería la de León,
porque me quedé impactado desde que la vi, con sus vidrieras y líneas
perfectas. Fuera de España las dos más significativas son francesas: Nuestra
Señora de París y Chartres. Esta última mantiene el 80% de sus vidrieras originales
del siglo XIII.
-¿Qué le parece la catedral de Sevilla?
-Es la catedral más grande del mundo y el tercer
templo de la Cristiandad. A pesar del tamaño, es tardía, y tiene una gran
armonía y perfección de líneas. El sentido de la proporción es excelente. Es
mucho más grande de lo que parece, es descomunal, y no da sensación de ser
gigantesca.
-Decía que la mujer estaba activa en esos
tiempos…
-Por desgracia, la imagen de la Edad Media fue
deformada por los renacentistas. El papel de la mujer era importantísimo. En
libros de cuentas del XIV y el XV se ve que la mujer ocupa un 30-35% de trabajo
en la construcción, y no sólo en oficios, también maestros de taller y
directores de obras.
-No es una idea extendida.
-En la época más luminosa de la Edad Media hay
personajes como Leonor de Aquitania, o la abadesa Hildegarda de Bingen que es
autora de uno de los libros más importantes de la teología medieval. También
princesas importantes. La literatura machista del XIX orilla ese papel de la
mujer.
-¿Los masones influyen en las
catedrales?
-Para nada. La masonería moderna surge en Londres
en 1717 por cuestiones políticas. Toman símbolos de los constructores
medievales, pero la masonería es fruto del racionalismo del XVIII. Muchos
seudohistoriadores la vinculan, pero no se conoce un masón entre los
arquitectos del gótico.
-¿Y los templarios?
-Tampoco. Algunos plantean que los templarios
enlazan el saber del mundo egipcio antiguo con el gótico. En el mundo egipcio
no conocían el arco ojival. Hay mitos egipcios que se incorporan al
cristianismo, como el juicio final o el dragón, que aparecen en las catedrales.
La arquitectura templaria no tiene nada especial.
-¿Hay un boom de novela histórica en
España?
-Yo comencé en 1996, con El salón dorado. Pero el
éxito de la novela histórica arranca de Eslava Galán, cuando gana el Premio
Planeta en 1987. En Andalucía hay escritores que están entre los mejores, como
el propio Eslava, José Calvo Poyato, Jesús Maeso de la Torre y José Manuel
García Marín. Se pueden añadir otros, como Toti Martínez de Lezea o Javier
Sierra. Entre los demás, hay muchos arribistas.
-¿Qué le parece el éxito de la reina
Isabel en TVE?
-No he visto ni un solo minuto. Me parece que hay
una manipulación ideológica para presentarnos a una Isabel perfecta. Hay detrás
una defensa nacionalista española a favor de la monarquía, que no es
precisamente digna de elogio a lo largo de la historia.
-Hemos tenido de todo…
-El elenco es terrible. Alguno, como Fernando
VII, estaría en el top ten de los diez peores reyes de la humanidad. De lo de
ahora, mejor me callo.
-¿Cuál es el mejor entre todos sus libros?
-Este, el último, El enigma de las catedrales.
Voy cumpliendo años, pero mi cabeza funciona y estoy más preparado que hace
diez años. Es mi obra más completa.
-¿Cómo será su próxima novela
histórica?
-Estoy acabando una novela centrada en ese mundo
que se enfrenta al dogma, en el siglo XVI, con las guerras de religión. El
dogma siempre genera tensiones. Lutero y Calvino muestran que el dogma se podía
romper y sin embargo convirtieron sus nuevas iglesias en dogmáticas.
Comentarios