lunes, 9 de junio de 2014

La ruta (extremeña) de Isabel la Católica

Historia

La ruta (extremeña) de Isabel la Católica

Puede catar sus platos favoritos, incluida la tosta que lleva su nombre, el secreto ibérico y el pan con miel, dormir en los regios aposentos donde ella lo hizo y montar caminatas por los parajes que recorrió. Es parte de la huella que la monarca dejó desde Trujillo a Cáceres o Guadalupe.











Entre guerras de Sucesión, líos de faldas, jugosos solomillos y panes con miel trasteó Isabel la Católica por tierras extremeñas. Hoy, una ruta recorre siete de aquellos rincones. Se los mostramos.

Guadalupe, más de 20 visitas

Monasterio de Guadalupe y sus alrededores.






Hay hasta más de 20 visitas documentadas de la reina alMonasterio de Guadalupe. La primera vez lo hizo entre medias de las negociaciones entre su hermano Enrique IV con Alfonso V de Portugal. ¿El tema a tratar? Su compromiso matrimonial con el rey luso, al que ella (en un principio) se negó en redondo. Sin embargo, una vez casados, los dos monarcas caerían por aquí con bastante frecuencia. De hecho, se llegó a construir un pequeño Palacio Real pegado al Monasterio. Lo dice una crónica de fray Diego de Écija de 1534. Al cabo del tiempo, el edificio cayó en el abandono tras la desamortización de Mendizábal, por lo que acabó siendo demolido.

Trujillo y la Guerra de Sucesión

La Plaza Mayor de Trujillo.
La ciudad cacereña que vio nacer a Francisco Pizarro, entre otrosconquistadores, también fue testigo de la Guerra de Sucesión que enfrentó a Isabel con Juana la Beltraneja por el trono. No en vano, desde aquí se dedicó la primera a comandar las tropas. Su aliado, Luis de Chaves, le dio alojamiento en su palacio-fortaleza o casa-fuerte, donde cuentan que surgió aquel famoso dicho de «tanto monta, monta tanto Isabel como Fernando». Sigue en pie hoy en día. No olvide probar la tosta de Isabel (con solomillo y cebolla caramelizada) o la de Fernando (con secreto de cerdo ibérico) en la cervecería Plaza Mayor o el menú Isabel del mesón La Cadena, con platos como el cordero del pastor o el pan tostado con miel.

De Alcantára a Madrigalejo

El puente romano de Alcántara.
En la localidad de Alcántara (Cáceres) renunció al tronoAlfonso V en favor de los Reyes Católicos. Ocurrió en 1479. Y aquí también conoció la reina la noticia de la muerte de su hijo Juan. Una visita indispensable es el Conventual de San Benito, cuya construcción aprobaron Isabel y Fernando. Siguiente punto del periplo: Madrigalejo, donde murió este último en 1516 cuando iba camino de Guadalupe. Por algo, en la Casa de Santa María está el último testamento que dejó, en el deja todas sus posesiones a su hija, Juana I de Castilla, pero la regencia a su nieto, el futuro Carlos V.

Un mes entero en Cáceres

Vista del casco viejo de Cáceres al atardecer.




Sobran coplas, seguidillas y romances narrando las trifulcas entre Isabel y Juana la Beltraneja en las calles de Cáceres. Hasta que, tras pasar aquí más de un mes en 1477, consiguió que se firmara la Jura de los Fueros de la ciudad en el llamado Arco de la Estrella o Puerta Nueva. Eso sí, antes se llevó por delante todo tipo de matacanes (voladizos), torreones y almenas. Hubo una excepción: la torre de las Cigüeñas. En una visita a Cáceres, no hay que olvidarse del palacio de los Golfines de Abajo, donde los monarcas católicos pasaron más de una noche.

Entre Plasencia y Valencia de Alcántara

Barrio judío de Valencia de Alcántara.
Seguimos la ruta en Plasencia, sede de la resistencia a la Corona de Isabel, ya que sus lugareños prefirieron ponerse de parte de la Beltraneja. No en vano, esta última sentó aquí su Corte, en el Palacio de las Argollas. Y aquí se casó con su tío, Alfonso V de Portugal. Pero uno de sus aliados,Álvaro de Zúñiga, cambia de bando y se pasa al de Isabel, por lo que ésta le recompensa con el título de Duque de Plasencia. La paz definitiva con Portugal se sellaría, en cambio, en Valencia de Alcántara, donde se casó la primogénita de los Católicos, Isabel, con el rey luso en 1497.

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